Feliz Adviento
Actualizado: GuardarAcabamos de iniciar los cristianos el Adviento y esperamos la llegada de Jesús un año más a nuestras vidas. Es por tanto tiempo de reflexión y de esperanza. Los peregrinos a Santa Tierra no podemos quedarnos solamente en el recuerdo del Camino de Santiago o de los bellos santuarios de su Santísima Madre visitados este año. Hemos de ir mas allá, hemos de esperar a Jesús en nuestras casas y recibirle en nuestros corazones. Porque el Adviento es espera y esperanza, hemos de estar preparados para la llegada del Niño Dios. Puedo dar fe de un hecho verídico acaecido en Cádiz, donde llegó hace poco a las puertas de un comedor benéfico, en una noche fría otoñal, un señor de buen aspecto y compostura, preguntando «cuanto valía cenar allí», a lo que se le respondió lógicamente que «nada, que era gratuito para los pobres y necesitados», respondiendo aquel señor que él no era pobre ni necesitado, pero que estaba cansado y harto de ver en su casa tanto derroche y opulencia, y lo que quería era no solo ayudar a los demás, sino «sentir lo que era comer con los pobres». Entró, cenó con los pobres compartiendo mesa, ayudó a la obra, y continúa yendo por el comedor. Todo un ejemplo a seguir. Es por ello que los peregrinos cristianos hemos de salir al encuentro de Jesús, y hemos de hacerlo no sin antes descender de nuestras situaciones de privilegio y acomodo, en paz con Dios y en paz con nosotros y nuestros hermanos que sufren. Que la Nochebuena que estamos ya vislumbrando no se quede en una fiesta más, pagana y consumista, sino que nos sirva para hacer realidad el Evangelio, compartiendo y disfrutando nuestros bienes, en paz, amor y comprensión, en una palabra, ejerciendo de verdaderos y auténticos cristianos mediante el amor a los demás.