FORMACIÓN

Vergüenza. Esa es la palabra que más se repitió durante la jornada de ayer al saltar la noticia de que se había desarticulado en la provincia una red que se dedicaba a expendir de forma fraudulenta títulos de formación académica a cambio de dinero. La cosa era fácil, sencilla y para todos los públicos. Por 80 euros y una fotocopia del D.N.I. se proporcionaba diplomas y certificados de asistencia de cursos oficiales, sin recibir formación alguna. Vamos, el chollo con el que muchos han soñado en ocasiones, que te sirve para conseguir hasta trabajo, pero que ahora se ha tornado en pesadilla para algunos. El hecho esconde una profunda crisis de valores, como apunta jaby. «Aprovechando que ahora con la crisis la gente busca mas formación para poder prepararse a un nuevo empleo, ¡pues toma! Certificado de mentira y te estafo 80 euros. ¿La gente que fue a sacarse un titulillo de esos, no se le cae la cara de vergüenza? ¿ No sabían que obtenían un título falso? ¿Quién gana un título sin hacer ni una clase? ¡Qué bonita imagen hemos dado!». Pues mucho me temo que algo deberían intuir. «Así tenemos a los profesionales que tenemos», puntualiza Carmen entre resignada e indignada.

Pues de ser así, alguien tendrá que tomar medidas al respecto, aunque carpe diem no las tiene todas consigo. «¡A ver quién tiene valor de quitarles el puesto conseguido con esos puntitos!». Y es que casos van a a aparecer seguro. Como el de Lola Guti Perer. «Yo hice dos cursos a distancia que me costaron 80 y 130 euros. Los hice en 2006 y 2007. Me resultaron malísimas las explicaciones y el examen que te hacían al final del curso no tenía relación con lo que te habían enviado, pero como me hacía falta hacerlo para conseguir puntos en el concurso de méritos de mis oposiciones, pues lo hice». Ahora la cuestión es ver cómo se puede poner coto a esta tipo de acciones. «Lo que tienen que hacer es prohibir que los sindicatos impartan cursos. Estos colectivos están para otras cosas, que por cierto o no hacen o las hacen muy mal», propone Pillo.