María Teresa Fernández de la Vega. :: R. C.
ESPAÑA

El Ejecutivo calla, el PP exige respuestas y el PSOE defiende al fiscal

En la Moncloa son conscientes de que este nuevo e inesperado frente podría dañar aún más su imagen

MADRID. Actualizado: Guardar
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Silencio en el Gobierno. Las revelaciones de Wikileaks que reflejan la colaboración jurídica que prestaba el Gobierno y la Fiscalía a la diplomacia estadounidense en determinados asuntos no han encontrado respuesta. Ni el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, ni la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ni su antecesor en el cargo, Miguel Ángel Moratinos, ni tampoco José Blanco se hicieron eco de las nuevas filtraciones que han puesto en un aprieto al Ejecutivo.

Todos ellos pasaron ayer por el pasillo del Congreso tras la sesión de control al Gobierno, pero ninguno quiso responder a los medios. Hasta ahora, las únicas voces del Ejecutivo que se han referido al tema han sido las de la ministra de Sanidad, Leire Pajín, que el martes señaló que la diplomacia internacional debe estar «al servicio de las personas y no de otros intereses», y la del titular de Justicia, Francisco Caamaño, quien afirmó que las notas secretas son informaciones «subjetivas» que están fuera de contexto.

Este nuevo frente que se le abre al Gobierno y que podría dañar más si cabe su imagen ha sido aprovechado por el PP, que hasta ahora decía que no iba a opinar por «responsabilidad». El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, aseguró que las filtraciones evidencian «una doble moral» del Gobierno, ya que «da una sensación de hipocresía muy dramática» en el 'caso Couso'. «Hay personas que quedan muy mal como Conde-Pumpido [fiscal general del Estado] y algunos cargos políticos que por un lado animan a la familia del periodista y del otro ponen palos a las ruedas de las gestiones», afirmó en una entrevista a la cadena Cuatro.

Por su parte, el PSOE salió en defensa de la independencia de la Fiscalía y reconoció que, pese a que pudo haber «informaciones paralelas» a los diplomáticos, «de ninguna manera influyeron en la posición independiente y legal» del Ministerio Público en los asuntos judiciales que han levantado la polémica , aseguró la secretaria de Política Internacional del partido Elena Valenciano.