Rodríguez Zapatero se ajusta la corbata en su escaño, nada más llegar ayer al pleno del Congreso. :: AP
Economia

Las medidas sorpresa de Zapatero apaciguan a los mercados

Los inversores esperan que el Banco Central Europeo prolonge las facilidades de financiación a los bancos

MADRID. Actualizado: Guardar
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El anuncio sorpresa del presidente Zapatero, con nuevas medidas económicas y la concreción de otras ya previstas, apaciguó la fuerte presión que los mercados ejercieron en las últimas jornadas sobre la deuda pública y las acciones de las empresas e incluso la expectativa de un inminente rescate. Con la vista puesta en el cumplimiento de sus compromisos de déficit, y en un intento de infundir confianza, el Gobierno pondrá a la venta una parte de los tesoros que aún quedan en el patrimonio del Estado al privatizar la sociedad que gestiona los aeropuertos y facilitar la entrada de capital privado en el ente que gestiona el juego y las apuestas. Los fondos obtenidos, y la supresión de los 426 euros que percibían los parados como 'último recurso' compensarán el aumento de los beneficios fiscales a las pequeñas y medianas empresas, ahogadas por el desplome que durante la fase más aguda de la crisis ha sufrido la demanda.

El riesgo país se desinfló con celeridad, y el diferencial de rentabilidad entre las obligaciones españolas a diez años y el bono alemán del mismo plazo descendió rápidamente desde el récord de 311 puntos a 259 unidades. Un descenso de este calado no se había visto en los mercados de deuda en los últimos seis meses. En la Bolsa española se pasó del nerviosismo a la euforia, y el Ibex 35 registró la segunda mayor subida del año. Ganó en una jornada un 4,4% y ya roza la cota de los 9.700 puntos. Los grandes bancos tocaron el cielo con los dedos, el Santander subió el 7,16% y BBVA el 7,29%. Abonó el terreno la expectativa que alimentan los expertos de que el Banco Central Europeo se muestre sensible hoy a la petición, casi de socorro, de unos políticos -los españoles entre los primeros- que ahora suspiran porque la autoridad monetaria prolongue la financiación a los bancos y abra el grifo de las compras de deuda soberana. Los mercados interpretaron en este sentido unas palabras pronunciadas por el presidente Jean Claude Trichet la víspera, cuando el responsable de la política europea puso todo el énfasis en transmitir un mensaje de calma.

No obstante, el comportamiento de los inversores dejó bastante clara la influencia de cada uno de los factores. El anuncio sorpresa de las medidas en España permitió el fuerte repunte del Ibex 35, que duplicó el alza del 2,6% del Dax de Francfort, el 1,5% del CAC 40 de París y el 2,07% de la Bolsa de Londres. Todo ello en unos mercados que también reaccionaron con optimismo a la comunicación de buenos datos económicos procedentes del otro lado del Atlántico. Al cierre de las plazas europeas, el Dow Jones de Wall Street registraba un tirón del 2%.

Las primas de riesgo de Italia, Bélgica e incluso Portugal -en rápido crecimiento en las últimas jornadas- también se suavizaron. Pero la crisis está lejos de quedar atrás. La agencia de calificación Standard & Poor´s avisa que rebajará la 'nota' del país luso. Y las secuelas de las turbulencias se extienden incluso a Alemania, donde una emisión de obligaciones a cinco años tuvo ayer una demanda inferior a la oferta. El equivalente al Tesoro germano recibió peticiones para 4.550 millones de euros cuando la propuesta ascendía a 5.000.

A la espera del BCE

De la cita que el consejo del BCE mantiene mañana en Francfort lo único seguro es que los tipos de interés oficiales seguirán en el 1% en la zona euro, el nivel en que se mantienen desde mayo de 2009 y que es el más bajo de su historia.

El pasado septiembre, la autoridad monetaria decidió prolongar varios meses su dispositivo excepcional de apoyo a los bancos, que consiste en prestarles dinero en cantidades ilimitadas en condiciones ventajosas, pero las restringió a los plazos cortos -una semana, un mes y tres meses- por considerar que ya era momento de emprender una vuelta a la normalidad. Y Trichet anunció que esperaría al último mes del año para pronunciarse sobre la continuidad de estas medidas. Ahora se piensa que se podría volver a la situación anterior a mayo, y permitir a las entidades garantizarse la liquidez a plazos más largos.

Tras las turbulencias registradas en los mercados de deuda, la ofensiva especuladora contra los países más débiles -España entre ellos-y el rescate de Grecia y Portugal, los analistas creen que el Banco Central Europeo podría ir más allá e incluso abrir un mecanismo masivo de compras de deuda soberana.

La Comisión Europea celebró las medidas contra la crisis anunciadas por Zapatero. «Son extremadamente bienvenidas, resultan necesarias, y van en la buena dirección», declaró el vicepresidente del Ejecutivo comunitario y comisario de Competencia, Joaquín Almunia. El dirigente expresó su confianza en que iniciativas así «no solo tengan efectos positivos en la economía, que es su principal objetivo, sino que también ayuden, junto con otro tipo de actitudes por parte de algunos sectores, a reforzar la confianza de los mercados en la evolución de la economía española». Almunia ha apelado al Gobierno español días atrás instándole a que «pusiera sobre la mesa» algo más que las propuestas ya anunciadas. Con la excusa de «las dudas» de los mercados, presionó al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero en momentos delicados de fuerte especulación contra la deuda soberana del Reino de España.