Mubarak silencia a la oposición en las elecciones en Egipto
Según los primeros resultados, el partido del presidente habría obtenido 502 de los 508 escaños en juego
Actualizado: GuardarCon trampas e intimidación, el régimen de Mubarak ha conseguido silenciar a la oposición en Egipto y quedarse prácticamente solo en el Parlamento. Apenas 6 escaños de los 508 en juego han ido a parar a la oposición, según los resultados preliminares publicados ayer, que dan, en la primera vuelta, 170 sitios al gobernante Partido Nacional Democrático (PND). Los Hermanos Musulmanes, la principal fuerza opositora, habría perdido los 88 diputados con los que contaba. La Comisión Electoral egipcia se negó ayer a dar los resultados finales de la primera vuelta, a pesar de haber convocado a la prensa para dar a conocer esta información. Más de 330 escaños en juego tendrán que pasar una segunda vuelta el próximo domingo, ya que ninguno de los candidatos que optaban a lograr uno de los asientos ha conseguido la mayoría absoluta.
Todos los partidos de la oposición presentes en el Parlamento han perdido diputados, aunque el mayor batacazo se lo ha llevado Hermanos Musulmanes, que ha pasado de tener un 20% de los escaños a no tener representación. Ayer, el grupo, prohibido en Egipto pero cuyos candidatos se presentan como independientes, aún debatía sobre si concurrir a la segunda vuelta con los 26 candidatos que aún tendrían opciones. Los comicios han sido «inválidos en la mayoría de las circunscripciones», aseguró ayer el dirigente de la organización, Mohamed Badia, quien aseguró que el grupo no recurrirá a la violencia. «Los crímenes cometidos por el régimen reflejan su debilidad y confusión. Todo aquello que se construye sobre la falsedad es falso», añadió el líder de la Hermandad en una rueda de prensa ayer en El Cairo.
Irregularidades
«Según nuestros sondeos, en los colegios electorales en los que hubo pucherazo se registró una participación del 97%», dijo ayer Mohamed Saad el Katatni, hasta ahora portavoz del grupo parlamentario de la formación islamista. La asistencia oficial a los comicios fue del 25%, aunque la oposición y muchas ONG consideran que fue la mitad de esa cifra. A las denuncias de la oposición se sumó ayer Washington, cuyo Gobierno se mostró «decepcionado» por el proceso electoral en Egipto. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca criticó ayer las «irregularidades» de los comicios y «las restricciones a las libertades básicas» que se observaron el pasado domingo, algo que ya habían condenado organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional.
Egipto es uno de los principales aliados de Estados Unidos en Oriente Medio y recibe de Washington más de 1.500 millones de dólares anuales en ayudas, la mayor parte de ellas en armamento. El partido Wafd, que perdió 9 de los 12 escaños que había ganado en las elecciones de 2005, denunció ayer la «masacre de la democracia y las libertades en Egipto» y acusó al Gobierno de romper la promesa presidencial de unas elecciones libres y justas.
Ayman Nur, el dirigente del partido Ghad, que decidió boicotear las elecciones, calificó de «escándalo» los comicios, y pidió a los egipcios que rechazaran sus resultados. Nur pasó más de cuatro años en la cárcel después de retar al presidente Hosni Mubarak en las elecciones presidenciales del año 2005.