Estudiantes de un instituto de Seúl ensayan con máscaras antigás en un simulacro de ataque con armas químicas. :: AP
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Corea del Norte exhibe el avanzado desarrollo de su programa nuclear

Admite oficialmente el enriquecimiento de uranio con «miles de centrifugadoras» mientras prosiguen las maniobras de Seúl

YEONPYEONG (COREA DEL SUR). Actualizado: Guardar
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En plena escalada de la tensión tras el bombardeo de la isla surcoreana de Yeonpyeong hace una semana, Corea del Norte reconoció ayer oficialmente su programa de enriquecimiento de uranio. Aunque el régimen estalinista dirigido por Kim Jong-il mostró recientemente sus instalaciones nucleares a un científico estadounidense, es la primera vez que anuncia su plena operatividad.

En un nuevo alarde de fuerza, el periódico 'Rodong Sinmun', órgano de propaganda del Partido de los Trabajadores, informó de que «la actual construcción de un reactor de agua ligera está progresando a buena marcha y ya está funcionando una moderna planta de enriquecimiento de uranio equipada con varios miles de centrifugadoras».

La agencia estatal de noticias KCNA añadió que «el desarrollo de la energía nuclear se empleará con fines pacíficos», pero los servicios secretos de Corea del Sur y Estados Unidos temen que Pyongyang use el uranio enriquecido para su programa de armas atómicas. No en vano, Corea del Norte ha efectuado ya dos ensayos nucleares y podría tener plutonio para fabricar entre seis y doce bombas atómicas.

La Casa Blanca sospechaba desde 2002 que el Querido Líder Kim Jong-Il había ordenado impulsar el enriquecimiento de uranio. Sin embargo, la expulsión el año pasado de los inspectores internacionales impidió verificar el programa.

Mientras Pyongyang sigue amenazando las maniobras militares de EE UU y Corea del Sur en el mar Amarillo, que concluyen hoy, 85 soldados retirados desembarcaron ayer en Yeonpyeong. Luciendo uniformes paramilitares y un discurso ultranacionalista, protestarán durante los próximos días contra el ataque de la semana pasada, que dejó cuatro muertos y 18 heridos. «Venimos aquí para ayudar al Ejército y defender nuestro país», explicó a este periódico Han Jeong-Youn, un ex militar de 61 años.