El estreno de la Cárcel Real
Actualizado: GuardarDurante estos días se está terminando de restaurar una pequeña joya de nuestra ciudad, la Cárcel Real, construcción que Romero de Torres, en el Catálogo Monumental de España, calificaba como el edificio civil de mejor gusto arquitectónico de Cádiz. Lo proyectó, en genuino estilo neoclásico, uno de los mejores arquitectos de la época, el portuense Torcuato José Benjumeda, autor también de la Santa Cueva y del Ayuntamiento. Iniciada su construcción en 1794, las dificultades económicas, de un Cádiz que ya comenzaba a experimentar su decadencia, determinaron que la obra no se terminase hasta bien entrado el siglo XIX. Durante años sus húmedos muros fueron testigos de los sufrimientos de los condenados y del desgarro de las saetas al paso del Nazareno. Abandonada después, y reducida a un estado prácticamente ruinoso, se habilitó en los años noventa como sede de los Juzgados.
No era, posiblemente, el lugar más adecuado para ello. Ahora, tras una nueva rehabilitación que esperemos elimine definitivamente la persistente humedad que le da la cercanía del mar y que durante años ha hecho mella en el edificio, la hermosa construcción parece que se convertirá en la futura Casa de las Américas. Y para ello va a tener el mejor y más oportuno estreno imaginable. La inauguración de la Exposición’Sala Americanista’ y la presentación del Catálogo de la Real Academia Hispanoamericana de Ciencias, Artes y Letras, con motivo de la celebración de su histórico centenario. Hace 100 años que Eduardo de Ory, Pelayo Quintero y Cayetano del Toro, entre otros destacados personajes, se lanzaron a reavivar los vínculos hispanoamericanos de Cádiz y, en plena celebración del primer centenario del 12, crearon la Real Academia. Pasado un siglo, y en vísperas de la conmemoración del bicentenario, no existe un marco mejor que ese viejo edificio para ser testigo de la historia de las relaciones americanistas de nuestra ciudad. La exposición, junto las biografías de ilustres figuras, que prepara la Academia será un magnífico exponente de esa historia, y una muestra que no deberíamos perdernos. Esperemos que este magnífico estreno tenga una brillante continuidad, y que la Cárcel Vieja siga mirando al mar y a las Américas, se desprenda definitivamente de sus humedades y pueda ser testigo de ese Cádiz que queremos.