Primera noche de Miguel Gómez en huelga de hambre frente al juzgado

Miguel Gómez ha pasado su primera noche al raso junto a los juzgados de la avenida Tomás García Figueras. El joven, que empezó ayer una huelga de hambre para pedir la custodia compartida de sus hijos y el cumplimiento del régimen de visitas, está recibiendo la visita de otros hombres que le cuentan su caso. «Tengo frío, estoy mojado y empiezo a marearme un poco», dijo ayer tras casi doce horas sin probar sólidos.

Su hermano le acompañó en la primera noche en la tienda de campaña y durante la tarde de ayer un vecino le bajó una silla y unas mantas. «Hasta que no me aseguren que tendré la custodia compartida no me voy a mover de aquí», dijo Gómez, denunciado por su ex pareja por presuntos malos tratos. «Quiero que haya una ley que proteja al hombre, como la que tienen las mujeres», insistió. Este padre de dos hijos asegura sentirse «discriminado» porque «la gente me ha juzgado, he perdido mi trabajo y las amistades me miran mal». Destacó, además, que «familiares de mi ex mujer están pasando por aquí para mirarme de lejos».