La delegada de Alcaldía de El Portal, Isabel García, comprobando el nivel del río a su paso por la barriada jerezana. :: JUAN CARLOS CORCHADO
Jerez

«Miramos al cielo y al río por lo que pueda venir»

La intensidad de las lluvias inquieta a la zona rural; El pantano de Bornos ha desembalsado agua en las últimas semanas por lo que los vecinos han visto crecer el caudal del Guadalete

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Los nubarrones negros que han descargado en los últimos días en toda la provincia se han hecho especialmente visibles en la zona rural de Jerez. Los vecinos de poblaciones como El Portal, Las Pachecas y La Ina, anegadas hace justo un año y durante semanas, miran alternativamente al cielo y al río Guadalete en previsión de que las crudas imágenes puedan volver a repetirse este invierno.

«Hoy estamos más asustados», dijo ayer la delegada de Alcaldía de El Portal, Isabel García, cuando más fuerte estaba cayendo la lluvia sobre el entorno de Jerez. La barriada rural, al igual que el resto, no ha recibido aún aviso alguno por parte del Ayuntamiento ni de Protección Civil pero a sus vecinos no les hace falta para estar alerta: «Es que está lloviendo mucho», apostilla la responsable. Su principal temor proviene, más que del cielo, del río: «Parece que han estado 'desaguando' en el pantano y el río ha crecido mucho», dijo.

Efectivamente, la apreciación de los que comparten a diario su espacio con el Guadalete es cierta. A estas alturas del año y en previsión de nuevas lluvias el pantano de Bornos debe estar al 67% . Como su almacenamiento era mayor, se han abierto tímidamente las compuertas para aliviar el pantano en el último mes. Como explicaron fuentes de la Delegación Provincial de Medio Ambiente, «hoy (por ayer) se ha soltado una cantidad mínima, diez metros cúbicos por segundo, entre las ocho y las diez de la mañana, pero como está lloviendo, se ha detenido». De esta manera, el pantano se prepara para recibir nuevos depósitos sin verse obligado a desembalsar grandes cantidades de agua que puedan provocar problemas a su paso, como ocurrió el año pasado en las riberas del Guadalete. «La crecida del río puede llegar a esta zona también desde el Arroyo Salado y no sólo del pantano», indicaron

«Miramos todo el tiempo al cielo y al río por temor a lo que pueda venir porque no se han corregido muchos de los problemas de infraestructuras», dijo por su parte Mónica Castellet, la delegada de Alcaldía de La Ina, otra de las barriadas que sufrió los efectos de las inundaciones el pasado año. De momento, los vecinos están tranquilos pero siempre hay cierta preocupación latente.

«Estamos un poco más tranquilos desde que sabemos que están desembalsando agua poco a poco. Eso indica que hay cierta previsión», dijo Castellet, que se confesó más inquieta «por el mapa de zonas inundables que pretenden hacer porque nos puede afectar mucho». Por último, desde Las Pachecas Antonia Romo era ejemplo de tranquilidad: «Tiene que caer todavía mucha agua para que pase lo del año pasado», dijo.

Hay que recordar que Medio Ambiente ha retirado unos 800 árboles y tierra en las inmediaciones del puente de La Cartuja para paliar posibles sobrevenidas de agua, algo que para muchos vecinos «no ha sido suficiente».