El olivo no encuentra recompensa

Es la pescadilla que se muerde la cola. Las horas pasadas bajo el sol vareando cada olivar gaditano no da los resultados esperados y deseados. Los olivareros de la provincia llevan vareando los olivos algo más de un mes. Sudor, trabajo y esfuerzo día tras día. En ese tiempo ya han podido comprobar que este año la cosecha «viene buena en cantidad y con un fruto en buenas condiciones, ya que la mayoría de la aceituna se encuentra en rama y no en el suelo». Pero no es suficiente. Aunque, no obstante, desde la Consejería de Agricultura y Pesca se espera una pequeña disminución de la producción con respecto al año pasado -nada alarmante-, por lo que se quedará en los 36,5 millones de kilogramos de aceituna frente a los 40 de la campaña anterior, que resultó muy productiva. Pero la calidad del fruto, en esta ocasión, es muy superior aunque de nada servirá ya que el litro de aceite virgen se pagará a poco más de dos euros.

A pesar de las previsiones de la Junta de Andalucía, las cooperativas serranas están viendo, con buenos ojos, lo bien que va de campaña por lo que esperan llegar al nivel de producción del año pasado o incluso superarlo levemente, debido a las nuevas plantaciones que se están desarrollando en zonas de llanura como es el caso de Arcos o Jerez. No obstante, habrá que esperar para ver los efectos que puedan producir las lluvias de los últimos días. Las buenas expectativas de producción chocan con unos graves problemas que atraviesa el sector y que ponen en peligro a las casi 3.000 familias que se dedican en la provincia a producir aceitunas para hacer aceite de oliva.

El sudor, sin premio

El gran problema que está atravesando el sector olivarero español es el del precio que se está pagando por el aceite. Ya en la campaña anterior tuvieron que soportar una bajada constante, quedando finalmente el aceite virgen extra en torno a los dos euros. Esto contrasta con los picos que este producto llegó alcanzar a principios de 1995 cuando se llegó a pagar 4,18 euros por litro, razón por la que el consumo nacional disminuyó un 24%. Desde entonces el consumo se ha estabilizado en torno a 560.000 toneladas, según el Consejo Oleícola Internacional (COI). Además, 649.300 toneladas de las que se producen en España se destinan a exportaciones, de las que Andalucía vende un 70% de las mismas.

Otros destinos

El destino del aceite de oliva envasado de la provincia es fundamentalmente el mercado regional. No obstante, se sigue vendiendo mucho a granel, destinado a exportaciones, aunque a los productores les cuesta reconocerlo. De hecho, para tratar de evitar esta situación y poder aprovechar todo el valor añadido del producto, algunas empresas -que pertenecen al Consejo Regulador de la Denominación de Origen Sierra de Cádiz-, han creado una marca 'Olivar Sierra de Cádiz' y trabajan en una comercializadora que sea capaz de colocar este producto en todos los mercados.

No obstante, el gran problema propio que arrastra el olivar serrano, que es el olivar más importante de la provincia, es la situación geográfica en la que están los olivos y su antigüedad. Antonio Villalba, gerente de la Cooperativa Los Remedios, la mayor productora gaditana del sector, alcanzará este año los 17 millones de litros de aceite, destaca que «la escasa mecanización de nuestros campos y la imposibilidad de hacerlo hace que se dispare el precio de la mano de obra y, por tanto, los costes de producción y nos hacen poco competitivos». «El olivar de alta montaña nos permite tener un producto de alta calidad pero nos dificulta mucho la recogida», destacó Villalba.

Los 36,5 millones de kilogramos de aceitunas que ya recogen los jornaleros, aunque las plantaciones provinciales son fundamentalmente familiares y no suelen generar muchos empleos externos, permitirán la producción de 7,3 millones de litros de aceite. El rendimiento de las aceitunas gaditanas es de un 20%, por lo que se necesitan cinco kilogramos de aceitunas para conseguir un litro de aceite.