Antonio Fernández presenta su renuncia como diputado andaluz

Ni ataduras, ni lastres que le impidan centrarse en su trabajo en pro de los vinos del Marco de Jerez, ni adscripciones políticas que puedan afectar a su nueva labor al frente del Consejo Regulador de las Denominaciones de Origen Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda y Vinagre de Jerez. El actual presidente de esta institución y ex consejero de Empleo, Antonio Fernández, ha puesto fin -por el momento- a su carrera política y ayer mismo abandonó su escaño en el Parlamento andaluz.

Fue el pasado viernes cuando se conoció que definitivamente Fernández había decidido poner fin a la incertidumbre y cerrar un capítulo que había levantado muchas suspicacias no sólo entre las diferentes organizaciones sectoriales del Marco de Jerez (especialmente las bodegas), sino también entre los partidos de la oposición en la Cámara autonómica.

De esta forma, y como ya se había anunciado, el socialista presentó ayer su renuncia como diputado autonómico a la presidenta del Parlamento andaluz, Fuensanta Coves. Así lo confirmó a este medio el propio Fernández, que explicaba que consideraba que era el momento «oportuno» para registrarla tras reunirse con los distintos sectores que componen el Consejo Regulador del Vino de Jerez y hacerse una composición de lugar de la «ardua tarea» que tiene por delante.

En este sentido, el sustituto de Jorge Pascual al frente de la Denominación de Origen insistió en que quiere tener «una dedicación exclusiva» con el sector del jerez, y recordó que ya cuando le propusieron asumir este cargo había apuntado que no quería que «una implicación parcial y partidaria pudiera traer ningún tipo de problema».

Fernández fue más allá y puso en valor que «es importante que el presidente del Consejo del Vino no tenga formalmente ninguna ideología política», sobre todo porque en este tipo de cargo «merece la pena no tener limitaciones».

Y es que, como argumentaba ayer el ex consejero de Empleo, «el hecho de no ser diputado autonómico me dará más tiempo para esta nueva tarea a la que quiero dedicarme por completo, pero sobre todo me otorgará legitimidad a la hora de tomar cualquier tipo de decisiones y de tener que acudir o pedir cuentas a las diferentes administraciones». Eso sin olvidar que «ya no se podrá utilizar mi adscripción política como arma arrojadiza».

Ésos son los argumentos que han llevado a dar este paso a un político que ha pasado los últimos 15 años de su vida dedicado a su trabajo en la administración regional tras su paso por el Ayuntamiento de Jerez, y que ha estado dos legislaturas -una de ellas sólo hasta la mitad- al frente de la Consejería de Empleo. Claro que tampoco se puede olvidar que en su decisión de abandonar el escaño también ha pesado el dictamen contrario de la Comisión del Estatuto del Diputado al hecho de que pudiera compatibilizar ambos cargos.