Abandonará la secretaría general del PSC en el otoño de 2011
BARCELONA. Actualizado: GuardarUn funeral, con toda la liturgia de un duelo: abrazos de condolencia, sonrisas forzadas, mohines de comprensión y, por supuesto, lágrimas.
Un José Montilla circunspecto compareció pasadas las diez y cuarto de la noche, con más del 85% de los votos escrutados. Los datos ya eran irrefutables: los socialistas obtenían el peor resultado de su historia en unas autonómicas catalanas, al quedarse en 28 diputados.
Su anuncio, pese a ser esperado, sonó rotundo: además de no volver a ser candidato a la Generalitat, abandonará la secretaria general de los socialistas catalanes en el próximo congreso, previsto para el otoño de 2011.
Montilla, eso sí, tutelará su propio relevo a la vez que pondrá toda la carne en asador para intentar que esta debacle no se repita en las elecciones municipales, verdadero bastión del PSC. «Estaré en los combates donde mejor podré luchar por los intereses de mi partido y los de Cataluña», proclamó.
El 'president' en funciones, flanqueado por la ministra Carmen Chacón -compungida durante toda la intervención de su compañero-, el ex ministro Celestino Corbacho y Monserrat Turé -una de sus posibles sustitutas- optó por reconocer sin subterfugios su derrota. «Los ciudadanos y ciudadanas catalanes han hablado», sentenció.
Dejó claro que, si bien los socialistas han perdido unas elecciones, «no estamos derrotados en nuestras convicciones» y seguirán luchando por una sociedad más justa.
Montilla se despidió de sus correligionarios con un triple «gracias», que ciertamente sonó a despedida.
A hacer todavía más desagradable la noche elecotoral en el cuartel general del PSC, contribuyó un ultraderechista que lanzó un huevo al portavoz del partido, Miquel Iceta, en plena comparecencia.