La sede de la CEOE espera a sus nuevos mandatarios :: R. C.
Economia

Arranca la carrera electoral en la CEOE con el fin de recuperar el prestigio

Los tres candidatos critican la falta de liderazgo que sufre la patronal tras los fracasos empresariales de Díaz Ferrán

MADRID. Actualizado: Guardar
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Jesús Banegas, Santiago Herrero y Joan Rosell han comenzado su carrera hacia la sucesión de Gerardo Díaz Ferrán al frente de la CEOE. El todavía líder de los empresarios, que sólo ha permanecido tres años en el cargo, abandona su puesto perseguido por el fracaso de sus negocios personales, el escandaloso cierre obligado de Air Coment, la disolución de Seguros Mercurio por el Ministerio de Economía y la quiebra de Viajes Marsans.

Él y su socio Gonzalo Pascual han visto cómo la Justicia embargaba sus bienes personales para cubrir si fuera necesario el agujero financiero generado por lo que parece una pésima gestión del grupo turístico. Ha sido la puntilla para un Díaz Ferrán en sus horas más bajas y, por extensión, para la propia patronal, que ha perdido todo su prestigio.

Si no hay acuerdos de consenso inesperados, los empresarios deberán 'retratarse'. Algo inédito hasta ahora en los 33 años de la patronal, que siempre ha encumbrado a su presidente bien por pactos o retiradas de última hora, bien por ausencia de rivales al único candidato. Aun así, los pequeños y medianos empresarios (Cepyme) -que aglutinan el mayor número de votantes por organización, con 83 sobre un total e 806- esperan «un planteamiento si no unitario, al menos de un máximo de dos candidatos» para evitar la división dentro de la Confederación.

Sin renegar de su pasado, los tres candidatos -que actualmente son vicepresidentes de Díaz Ferrán en la CEOE- han criticado la situación de falta de liderazgo y de prestigio que padece la organización. Algunos de forma más vigorosa que otros. Santiago Herrero, presidente de los empresarios andaluces (CEA) y que ya en 2007 vio cómo el propio Díaz Ferrán le cortaba el camino a la presidencia en su condición de delfín de José María Cuevas, ha sido el más contundente. Se ha lamentado de que la patronal haya dejado de ser «el altavoz de la conciencia nacional sobre la situación económica», y de que ahora, que todo el mundo quiere dialogar, ya «nadie nombre a CEOE».

Las críticas a las políticas del Gobierno también han sido un mensaje redundante en los primeros discursos de campaña de los tres aspirantes a convertirse en patrón de patronos. A juicio de Jesús Banegas, líder de los empresarios de telecomunicaciones y tecnología (Ametic), el Ejecutivo debería adoptar «con valentía» medidas que generen credibilidad y confianza en los mercados internacionales. Algo, advierte, «indispensable» para superar una situación con más de cuatro millones de desempleados y casi 130.000 empresas desaparecidas desde el inicio de la crisis.

A su vez, Joan Rosell, máximo responsable de la catalana Fomento del Trabajo, cree que la «tardanza» de la respuesta española a la crisis ha provocado una peligrosa «desconfianza político-institucional».

A menos de un mes de los comicios patronales (se celebran el 21 de diciembre), la labor de los candidatos se centra en la búsqueda de votos y el diálogo con sus compañeros empresarios. Pactos y alianzas empiezan a cocinarse. «No tengo todavía el análisis definido de lo que he de hacer con respecto a la CEOE, y tampoco le voy a dar ideas a los demás», bromeaba Santiago Herrero el pasado jueves.