Economia

Zapatero moviliza todos sus recursos para combatir el acoso de los mercados

El Banco de España exigirá a las entidades financieras informar con más transparencia del estado de sus activos inmobiliarios

MADRID. Actualizado: Guardar
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El acoso de los mercados y la acuciante demanda de agilizar las reformas por parte de instituciones internacionales hicieron mella en el presidente del Gobierno. José Luis Rodríguez Zapatero moviliza este fin de semana todos los recursos a su alcance para combatir la ofensiva especuladora. Rechazó de forma tajante que España pueda ser sujeto de rescate, y aprovechó para descartar que su Ejecutivo vaya a llevar a cabo un recorte de la nómina de empleados públicos. También llamó al orden, con suavidad, a personalidades socialistas, como el comisario europeo Joaquín Almunia. Finalmente, encargó a la vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, anunciar que España puede permitirse el lujo de un menor recurso a los mercados, y se aseguró de que el Banco de España publicitara las recientes medidas que imponen más disciplina a los bancos y las cajas que acarrean la pesada carga de haber financiado a los promotores inmobiliarios.

En concreto, el supervisor financiero ha emplazado a las entidades de crédito a aumentar la transparencia y publicar trimestralmente más información sobre los activos dañados. Será a partir del 31 de marzo, cuando los bancos fruto de las fusiones de cajas de ahorros y de otras instituciones de mediano tamaño estén ya en marcha.

La presión se alivió ligeramente. La prima de riesgo de España, que llegó a trepar en el arranque de la jornada hasta los 270 puntos básicos, cedió paulatinamente hasta un diferencial de 243 puntos. Eso significa que las obligaciones que emite el Tesoro español para financiarse a diez años cuestan 2,4 puntos más que el bono alemán del mismo plazo. Sacudida por las apuestas a la baja, la Bolsa no logró levantó cabeza. El Ibex-35 perdió este viernes el 1,80% hasta situarse en los 9.547,2 puntos, tras haber llegado a ceder hasta un 2,87%.

El parqué de Madrid fue, otra vez, el más perjudicado, y su principal indicador acumula pérdidas del 7% en apenas una semana, con el sector bancario cediendo nada menos que el 10% en ese plazo. Los desplomes fueron del 3,68% en el Santander y del 2,39% en el BBVA. Las principales bolsas europeas también cerraron la última jornada del viernes en números rojos, por contagio del clima de incertidumbre, pero su retroceso fue menor.

Zapatero descartó «absolutamente» un rescate a España en declaraciones a la emisora catalana RAC1. El presidente del Gobierno, que se sabe en el punto de mira de los analistas internacionales, descartó medidas que otros países en serias dificultades presupuestarias están poniendo en marcha, como el despido masivo de funcionarios o más subidas de impuestos. «Nosotros hemos reducido el sueldo de los empleados públicos, pero otros los están echando», aseveró.

El Jefe del Ejecutivo también replicó a amigos y enemigos políticos. Al socialista Joaquín Almunia, que se había hecho eco la víspera de las «dudas» de los mercados sobre la determinación de España de aplicar las medidas ya anunciadas, le exigió aclaraciones, por utilizar una expresión que dio lugar a interpretaciones erróneas. «No tenemos ningún retraso, ninguna falta de determinación, las reformas se están haciendo y pido por favor a todos los que hablen sobre lo que España está o no haciendo en las reformas, que se informen antes bien y no se dejen llevar por el clima de un día», demandó Zapatero, en una petición que sonó a llamada a la solidaridad.

Las precisiones de Almunia no tardaron en llegar. La portavoz del vicepresidente y comisario de Competencia de la Comisión Europea, Amelia Torres, tras culpar a la prensa de una «mala interpretación» de las declaraciones de su jefe, puntualizó que esa referencia era «a las dudas de los mercados» y no a las propias del comisario.

Los términos más duros los reservó Zapatero para la oposición. Denunció la vía «dañina» adoptada por el PP con su puesta en cuestión de la credibilidad de las cuentas públicas, así como su «falta de voluntad» para alcanzar acuerdos en las reformas que el país necesita. Desde Pamplona, el presidente del PP, Mariano Rajoy le replicó que el principal factor de desconfianza en España es, precisamente, el Jefe del Ejecutivo. Por eso aconsejó a Zapatero dejar de arremeter contra los mercados y contra todo el mundo, y «gobernar y tomar decisiones» siempre que no opte por disolver el Parlamento y convocar elecciones, lo que sería, a su entender, la mejor salida.