El Barça huye de la tensión

La experiencia vivida en la semifinal de la pasada 'Champions', cuando el Barça afrontó el partido de vuelta ante el Inter en un estado de excitación en la ciudad y en el vestuario que no ayudó a que se produjera la ansiada remontada, ha invitado a Pep Guardiola a reflexionar de cara al clásico. A la habitual tensión que provoca recibir al Real Madrid hay que sumar la animadversión que despiertan Mourinho y Cristiano Ronaldo en el barcelonismo. Es muy real la posibilidad de volver a caer en la trampa de un ambiente demasiado bélico para un equipo tan técnico. Y el objetivo azulgrana en las horas previas a la gran cita es evidente: rebajar la tensión, darle al encuentro la mayor normalidad posible.

El plan de Guardiola comenzó con la orden a sus jugadores de seguir su ejemplo de no entrar a los 'trapos' colocados con habilidad psicológica por Mourinho. Con alguna excepción en entrevistas privadas en distintos medios de comunicación (Piqué no pudo contenerse), en público no ha habido ni una salida de tono. Y el que más cerca ha estado de calentar el ambiente lleva dos partidos de suplencia sospechosa: se trata de Sergio Busquets, jugador de sangre caliente que entró en un combate cuerpo a cuerpo con Cristiano Ronaldo en el reciente amistoso entre Portugal y España. Tras su fuerte entrada al luso y la posterior venganza incompleta del madridista -«por pena mía no le pillé bien», reconoció-, el de Badia del Vallès ha dejado su puesto en el equipo a Mascherano. En principio debería volver al once en el clásico, pero el aviso del técnico quedó claro.

Y tras hacer los deberes europeos ante el Panathinaikos, Guardiola acabó de perfilar su estrategia anti-tensión. El jueves habló Mascherano, hombre con experiencia y un discurso prudente. Hoy lo hará Puyol, protagonista de soporíferas ruedas de prensa, maestro en driblar polémicas. Y mañana ya será el turno del de Santpedor, que hablará de todo lo que sea deportivo.

Al fin y al cabo, que «Mourinho nos motiva» es algo que han repetido jugadores como Xavi en una decena de ocasiones desde que el Madrid fichó al técnico portugués el pasado verano. En medio de las tres apasionantes comparecencias ante los medios de comunicación, un día de descanso a la plantilla: ayer no hubo actividad en la Ciutat Esportiva. ¡A tres días del partido del siglo!

La medida no es extraña en el Barça. Guardiola ya la tomó la pasada temporada antes de enfrentarse al Madrid. Con ella busca más el relax psicológico que el físico. No quiere que sus jugadores se obsesionen con el partido. Eso sí, no todo es libertad. La plantilla tenía previsto cenar el jueves por la noche en un restaurante para hacer piña, pero los nutricionistas del club vetaron la reunión. La cena tuvo lugar en la Ciutat Esportiva, con los alimentos habituales que pone el club en la mesa. Seguro que Guardiola también tuvo que ver algo en la decisión final. Una salida nocturna con un día festivo por delante conlleva riesgos hasta en las mejores familias... Y para rematar el plan, Sandro Rosell ha convencido a Florentino Pérez para que ofrezcan de forma conjunta una rueda de prensa el lunes al mediodía en la majestuosa Sala París del Camp Nou. Venderán buen rollo y deportividad antes de compartir mantel. Quizás Florentino no sea consciente de que de esa forma ayudará a suavizar el ambiente, justo lo que quiere Guardiola.