El Seprona rescata a unos 40 perros hacinados en una finca de El Puerto
Se investiga si los animales pudieron ser robados ya que estaban en un «deplorable estado de salud» y algunos podrían ser sacrificados
CÁDIZ. Actualizado: GuardarCasi cuarenta perros, de diferentes razas y edades, fueron rescatados el pasado jueves por agentes de la Guardia Civil de una finca de la pedanía de San Cristóbal, en El Puerto, donde los mantenían en penosas condiciones.
Los guardia civiles del Seprona encontraron desde cachorros metidos en cubos, hasta perros adultos comidos por la sarna, que se hacinaban en una especie de cuadra al aire libre. El veterinario de la Oficina Comarcal Agraria de la Junta, que estuvo presente en la vivienda mientras se llevó a cabo el registro, fue bastante tajante al describir en su informe el «deplorable estado de salud» de los perros, que se encontraban en un «ambiente totalmente inadecuado y que no cumple con las condiciones necesarias para el bienestar de los animales». Los perros, además, no contaban con el microchip obligatorio que los identifica.
El hallazgo de la Guardia Civil no fue casual. Una vecina de Jerez había denunciado varias semanas antes la situación de los canes, después de que encontrara en la Sierra de San Cristóbal a su mascota, que había sido robada a comienzos del pasado mes de septiembre.
«Vi cómo lo montaban en un coche, un Opel Astra de varios años, fue en la Laguna de Torrox de Jerez. Se bajó un hombre mayor y lo cogió sin más», relataba ayer a LA VOZ esta mujer, llamada Míriam, que durante dos meses colgó carteles, llamó a emisoras de radio y pidió ayuda a numerosas protectoras de animales de la provincia para encontrar a Tomy, su golden retriever.
A finales de octubre, su veterinario le dio al fin la pista de donde podría encontrar al animal. «Me dijo que, al parecer, había un hombre que robaba perros para cobrar el rescate, y que estaba en la Sierra de San Cristóbal, así que el día que se cumplieron los dos meses del robo, me planté allí con una foto», recordaba Míriam.
Los propios vecinos de la pedanía le indicaron pronto quiénes eran las personas que buscaba: un hombre que vivía en una vivienda de la zona o dos mujeres relacionadas con éste, que tenían muchos perros en una especie de chabola en el lugar conocido como las 'casas cueva'. Fue en esta última vivienda donde Míriam recuperó a su mascota, después de que en la casa de aquel misterioso hombre no le abrieran. La escena que encontró Míriam en ella fue dantesca: «Había decenas de perros mal alimentados en una especie de solar con un lodo de heces en el medio» . En una esquina encontró a Tomy -«estaba muy delgado, pero lo reconocí por el collar», explicaba la dueña- y después de pelear con la mujer logró recuperarlo.
«Me pidió que no la denunciara -explicaba ayer Míriam-, pero conté lo que vi a una protectora de animales». Fue la asociación la que presentó la denuncia a la Guardia Civil. Con todo, según fuentes de la protectora, los agentes no encontraron los 40 perros en la chabola, pues la dueña no permitió la entrada sin una orden judicial, sino en la otra vivienda denunciada cuyo dueño sí accedió al registro, y que se excusó diciendo que había recogido a los perros en la calle.
Los animales fueron llevados a la perrera Rotaguau (de Rota) donde algunos ya han sido incluso adoptados, según ha podido saber este periódico. Otros, en cambio, podrían ser sacrificados por recomendación veterinaria, dado el mal estado de salud en el que se encuentran. Si bien, se espera que muchos puedan ser recuperados por sus dueños originales, que quizá los anden buscando.