Francisco Correa, arriba, en un coche policial, el 30 de abril de 2009, día en que prestó declaración. Abajo a la izquierda, sentado ante el juez y las fiscales del caso. :: EFE / R. C.
ESPAÑA

«Yo he ahorrado al PP más de 2.000 o 3.000 millones de pesetas»

La declaración ante el juez Pedreira del jefe de la trama 'Gürtel', Francisco Correa, detalla su relación con el partido

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Mañana del 30 de abril de 2009. Francisco Correa se sienta ante el juez y las fiscales del 'caso Gürtel' en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Será la más larga confesión judicial del jefe de la trama corrupta que salpica al PP. Niega una y otra vez haber pagado al partido o a sus dirigentes para lograr contratos públicos o privados, recuerda la época en que entró a trabajar para la formación que dirigía José María Aznar y la forma en que trabó amistad con muchos de los ahora imputados. Aquel interrogatorio, que duró tres horas y 12 minutos, ve la luz. Correa no debió de ser muy convincente. Ayer el juez prorrogó por enésima vez su prisión provisional.

La llegada al PP

Correa es preguntado cómo empieza su relación con el PP y explica que fue a través de su empresa de viajes, Pasadena. «Intenté contactar con el PSOE y con el PP. Al PP le mandé una oferta porque conocía a Elvira, a la hermana del presidente (Aznar). Me dijo 'mándame una oferta' y mandé una oferta a nivel de agencia de viajes para organización de congresos y empezamos poco a poco a trabajar con el Partido Popular. Eso fue en el 93 o 94».

La consolidación en el partido

«Poco a poco fuimos trabajando más y más y más. Cuando empezamos a trabajar en el asunto de viajes, el gerente nacional, don Luis Bárcenas, un día me llama y me dice que vosotros, que organizáis viajes y grandes congresos, seríais capaces de organizar un mitin político. Y dije 'nunca lo hemos hecho, pero creo que podríamos hacerlo'. En esa época estaba de secretario general Paco Álvarez Cascos». Según Correa, a Cascos le sorprendió lo barato y el buen servicio de la nueva empresa y comenzó a colaborar de manera regular con el partido.

La cúpula popular

«A partir de ahí empecé a trabajar muy regularmente en la organización de mítines para el Partido Popular, que en esa época estaba en la oposición. Es verdad que estas decisiones no las tomaba ni siquiera el secretario general, las tomaban un grupo de personas siempre. Estaba el secretario electoral, que era Jesús Sepúlveda; estaba el secretario general, que era Cascos, estaba el gerente nacional, que era Bárcenas; estaba el secretario de organización, que en aquella época creo que era Javier Arenas. Como hubo un ahorro muy importante, empezamos a organizar mítines, campañas... El trabajo era una barbaridad».

Contactos clave

«Cuando organizábamos estos eventos, iban las bases del partido. Siempre estaban allí en los polideportivos y en las plazas de toros gente joven, que eran de Nuevas Generaciones. En la época empecé a conocerlos a casi todos e iniciamos una amistad con muchos de ellos. Algunos luego fueron alcaldes y otros ministros y otros tal. Y fuimos creciendo. Al principio solo trabajábamos para el partido pero luego cada uno fue ocupando un puesto de responsabilidad porque el partido fue creciendo. Ganó en el 96. Y así, el chiquito que estaba en Nuevas Generaciones al final llegó a alcalde, y el que estaba en no sé qué se fue a Europa y el otro fue a no sé dónde... y el otro se casó con la hija del presidente»

Sobornos al PP

«¿Usted en algún momento ha pagado una cantidad por realizar eventos para el Partido Popular, para algún ayuntamiento del PP o ha pagado a una administración pública por conseguir esos eventos?», inquiere una de las dos fiscales. La respuesta de Francisco Correa es rotunda: «Jamás, jamás. Hemos conseguido siempre que nos dieran trabajo por presentación y por precio. Por calidad y por precio. Normalmente hemos estado en concurso con otras empresas. Nunca se dan esas cosas a dedo»

Los viajes con Aznar

La fiscal pregunta a Correa como llegó a conocer a tantos altos cargos del PP. «Son muchos años, por las noches, en un mitin, en otro mitin... luego, cuando Aznar fue presidente, viajábamos fuera con ellos acompañando al señor Aznar en sus viajes internacionales, con lo cual se creó una relación bastante buena».

La expansión a Valencia

«¿Conoce usted a alguien en la Comunidad Valenciana, a algún cargo público?», interroga el Ministerio Público. «En la Comunidad Valenciana conozco al alcalde de La Nucia. He visto alguna vez, un par de veces, a Paco Camps y de relación así más estrecha a nadie más. Bueno sí, creo que he visto a Ricardo Costa también, en alguna comida», explica Correa en una respuesta muy lenta y medida.

Alegato de inocencia

«Estoy muy tranquilo porque no soy ningún criminal. No he hecho nunca nada malo en mi vida. Estoy muy tranquilo a pesar del calvario que estoy pasando. Yo no he hecho nada. Habré podido tener alguna irregularidad de tipo fiscal», asegura el imputado. Luego, al final de la declaración, insiste: «He sufrido un linchamiento durante tres meses (entró en la cárcel en febrero de 2009) Es la primera vez que estoy ante la justicia, no tengo ni una multa de tráfico».

El dinero de Bárcenas

Correa intenta explicar el 'pinchazo' en el que aseguraba haber llevado al gerente Luis Bárcenas mil millones de pesetas a la sede de Génova. «Yo he dicho en numerosas ocasiones que yo he ahorrado al Partido Popular más de 2.000 o 3.000 millones (de pesetas) porque he hecho más de 30 campañas. Y cuando alguno decía que alguna cosa había que dársela a Elenita (la competencia), me hacía daño. Y en algún cabreo es posible que yo le haya dicho: es como si yo te llevara en cajas mil millones a ti de todo lo que te he ahorrado. Nunca jamás he llevado una peseta al Partido Popular. Es una forma de hablar».

Regalos a los dirigentes

«¿Hacían regalos a cargos públicos», pregunta la fiscal. «No lo sé. Al PP sí hacíamos regalos, a las secretarias», responde el procesado. «¿A ninguna otra persona?», insiste la interrogadora. «No. No porque lo tenían prohibido. A Aznar no le gustaba que se hicieran regalos». Correa asegura que las dádivas a los cargos del PP no pasaban de una botella de vino por Navidad.