El Ejecutivo espera contar con el apoyo de CiU a las reformas tras las elecciones catalanas

El Gobierno tratará de recuperar desde el lunes el diálogo con CiU. Las relaciones parlamentarias con los nacionalistas catalanes quedaron prácticamente bloqueadas en el verano, debido al interés de federación que lideran Artur Mas y Josep Antoni Duran i Lleida de marcar distancias por la inminencia de la cita electoral catalana, que se solventará el domingo.

El último gran favor de CiU al Ejecutivo fue hacer posible en mayo la aprobación del decreto de ajustes y recortes en el gasto público exigido por la Unión Europea. Duran aclaró que lo hacía solo «por responsabilidad» y avisó a José Luis Rodríguez Zapatero de que no contase con sus diez escaños para nada más, incluidos los Presupuestos de 2011. Describió al presidente del Gobierno como «un cadáver político» y le aconsejó que convocase elecciones anticipadas.

El pacto que el Gobierno alcanzó en octubre con PNV y Coalición Canaria cambió radicalmente la situación, pues permitirá la aprobación de los Presupuestos y descarta el adelanto electoral. Ahora, sea cual sea el resultado de las catalanas, en las que todo apunta a una victoria de CiU, el Ejecutivo quiere recuperar el apoyo de los nacionalistas al menos para aprobar las grandes reformas estructurales -pensiones, mercado laboral, competencia, Justicia- que calcula cerrar antes del próximo verano.