ESPAÑA

El PP defiende que denunciar la difícil situación de España es «patriotismo»

El PSOE asegura que los populares, con sus críticas, se han colocado del lado de quienes «especulan contra los intereses» de España

MADRID. Actualizado: Guardar
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Una de las leyes básicas de la mercadotecnia es que para vender bien un producto hay que obviar sus desperfectos y resaltar sus potencialidades. La situación de España, con problemas en los mercados financieros internacionales a causa de la resaca del rescate de la economía irlandesa, aconseja una buena campaña que resalte las fortalezas financieras del país. Socialistas y populares comparten esta inquietud, pero discrepan frontalmente en la forma de 'lavar' la imagen de España. El partido gobernante y el principal opositor centran este nuevo rifirrafe en el patriotismo.

El PSOE tacha al PP de poco amante de España por «dramatizar» la situación económica en busca de réditos electorales. Los populares defienden que denunciar la «complicada» situación de nuestra economía es un gesto «patriótico».

Así lo expresó ayer Esteban González Pons, vicesecretario general de Comunicación del PP, y no es una opinión personal, se trata de un comentario avalado por Mariano Rajoy y que esta misma semana también han suscrito públicamente la secretaria general del partido, Dolores de Cospedal, y la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, entre otros. González Pons rechazó las acusaciones de los socialistas y aseveró que la actitud del PP ante la crisis ha sido «responsable y constructiva».

El dirigente popular cree que al que se le puede achacar un comportamiento negativo para los intereses nacionales es a José Luis Rodríguez Zapatero «porque el patriotismo empieza por decir la verdad a la gente y Zapatero ha convertido la mentira en su forma de acción política». Un comentario no exento de peligro ya que en las intervenciones de la UE en Grecia e Irlanda tuvieron buena parte de culpa el falseamiento en ambos países de las cifras de su economía. González Pons sostuvo que decir la verdad y advertir sobre los «riesgos» a los que se enfrenta la nación no es minar la confianza en el país sino tratar a los españoles como mayores de edad.

Los populares, por tanto, van a hacer oídos sordos a las peticiones del Gobierno y del PSOE e insistirán en proclamar que los «errores» políticos del jefe del Ejecutivo son los principales responsables de las dudas que la economía española suscita entre los inversores y en que hay que ser, ante todo, realistas y decir siempre la verdad porque los que hacen lo contrario «mal trabajan» para España. Unas reflexiones que, a juicio de Marcelino Iglesias, secretario de Organización del PSOE, «traspasan todas las líneas rojas». El número tres del partido gubernamental reclamó a Mariano Rajoy que desautorizara a González Pons y a todos los portavoces que han ido en esa misma línea. De lo contrario, afirmó Iglesias, el PP se estaría colocando junto «a quienes están especulando contra los intereses de España». De manera similar se expresó Elena Valenciano, responsable de Relaciones Internacionales del PSOE, quien aseguró que mientras «todos defienden» la confianza en España y en el euro los dirigentes del PP «prefieren dedicarse a sacar tajada de las dificultades».

Elecciones anticipadas

En el partido opositor no se amilanaron por estas advertencias y volvieron a la carga con la idea de que la decisión más patriótica que podría adoptar Zapatero sería poner fin a la legislatura y convocar a elecciones anticipadas. González Pons sustentó esta petición -un clásico en el argumentario popular desde que el propio Mariano Rajoy pidiera en el pasado Debate del estado de la Nación un adelanto electoral- en los «tres gravísimos errores» que habría cometido el presidente del Gobierno: primero, «no decir la verdad y mentir» sobre la situación económica de España; segundo, «no transmitir tranquilidad ni convicción en las medidas de ajuste que se estaban aplicando»; y tercero, no dedicar a la economía real «los 300.000 millones de euros de crédito que ha recibido el Ejecutivo socialista desde que empezó la crisis», en alusión a las emisiones de deuda y títulos que ha colocado el Gobierno en el mercado internacional en los últimos meses.

González Pons emplazó a Zapatero a preguntarse «si el problema es él y no el PP, que no tiene ninguna responsabilidad en todo esto». Al contrario, puso en valor el papel de «dique de contención y de freno del Gobierno» que está ejerciendo su partido. También negó que los populares no quieran arrimar el hombro. Recordó que, de momento, un hecho que «no se puede cambiar» es que el PSOE es el que está en el Gobierno y el PP en la oposición.

La socialista Elena Valenciano lamentó estas declaraciones y subrayó la paradoja de que el PP esté de acuerdo con los recortes presupuestarios acometidos por los gobiernos de Francia, Gran Bretaña, Grecia o Irlanda pero que discrepe cuando esos ajustes los aplica Zapatero en España.

Valenciano reclamó además a los populares que no olviden que son «corresponsables» de la gestión del gasto público ya que gobiernan en muchas comunidades autónomas.