
«Los antidepresivos pueden manipular la conexión entre los nervios y paliar el dolor»
El catedrático Juan Antonio Micó abordó ayer en Cádiz el efecto analgésico de los fármacos en una charla organizada por la fundación Grünenthal-UCA
CÁDIZ. Actualizado: GuardarResulta raro para muchos pacientes pensar en su corazón cuando toman una aspirina. Más bien, lo que intentan es calmar un dolor de cabeza o bajar la fiebre. Sin embargo, la aspirina, además de tener un efecto antitérmico, si se ingiere en pequeñas dosis, puede ayudar a prevenir infartos de corazón. Unos efectos secundarios que benefician al margen de que se tenga constancia de ellos. Con los antidepresivos ocurre algo parecido. Un doctor puede recetar este tipo de fármacos a pacientes que padecen un dolor determinado pero que gozan de un buen estado de ánimo. «¿Por qué entonces tomar antidepresivos para el dolor si no estoy deprimido?». El director de la Cátedra Externa del Dolor Fundación Grünenthal-UCA, Juan Antonio Micó, respondió ayer a esta cuestión. «Los fármacos son sustancias químicas que pueden tener diversos efectos secundarios en el paciente». No todos los antidepresivos valen, «se han hecho diversos estudios y existen algunos medicamentos especializados».
No todos los pacientes se muestran receptivos con este tipo de tratamientos. «Existen muchos que cuestionan al médico porque no entienden que le receten antidepresivos si están bien y de lo que se quejan es de un dolor físico y real».
Para Micó, el «dolor no es nada del alma». La explicación científica es que «tenemos unos neurotransmisores que son los encargados de conectar las terminaciones nerviosas. Cuando a una persona le duele algo es porque algo falla en estos neurotransmisores». Los antidepresivos, según el director de la cátedra, «tienen la capacidad de poder manipular la información en el cerebro y poner el orden donde el dolor llevó la desorganización». En otras palabras, el fármaco restituye el orden preestablecido en el cerebro con lo que acaba con el dolor.
Algo que va al margen del estado anímico en el que se encuentre el afectado. «Los circuitos emocionales pueden funcionar bien mientras que los sensoriales pueden estar afectados, cada uno va por su lado».
Tampoco valen todos antidepresivos para tratar el dolor ni todo tipo de dolor es tratable. «Si estamos ante uno agudo como doblarse un tobillo se debe tomar otros fármacos como un antiinflamatorio, al igual que si te duele la barriga que es un dolor visceral», explicó Micó. Para dolores como los de la fibromialgia, un determinado tipo de migrañas o la enfermedad del colón irritable «sí pueden ser muy útiles el uso de antidepresivos». En el caso de pacientes con fibromialgia aún no está autorizado el tratamiento con antidepresivos en Europa aunque en Estados Unidos ya se utiliza.
«Los antidepresivos pueden manipular la conexión entre los nervios y paliar el dolor» es un contenido original de ABC.es