IPOS

Que nuestro sistema sanitario público es considerado uno de los mejores del mundo es reconocido por autoridades sanitarias internacionales. Que la gestión y los servicios ofrecidos por el SSPA (Sistema Sanitario Público de Andalucía) rozan el grado de excelencia no ofrece lugar a duda. No obstante parece que corren vientos de cambios.

Por lo pronto, a partir de ahora, nos vamos a enterar de cuanto cuesta a las arcas públicas nuestro derecho constitucional a la salud. Que dicho sea de paso se financia con cargo a nuestros impuestos y con las cotizaciones de la población trabajadora y de los empleadores. ¿Será este el primer paso para plantear de forma explicita el copago, o supondrá un recorte en las prestaciones? El Servicio Andaluz de Salud ha acabado con las listas de espera para consultas a especialistas, exploraciones complementarias e intervenciones programadas. La ingeniaría informática y administrativa han conseguido que miles de andaluces estén en el limbo. Entendiendo éste como «el lugar en el que se encuentran los pacientes que habiendo acudido a pedir cita para una consulta a un especialista le dicen que las listas están cerradas, que vuelvan dentro de unos meses».

El derecho individual a la prolongación de la vida laboral por encima de la edad de jubilación (65 años), recogido en la Ley General de Seguridad Social y en el Estatuto de los Trabajadores, fue abolido de manera unilateral por el Servicio Andaluz de Salud. Ahora, anticipándose a la anunciada Reforma del Sistema de Pensiones, anuncia que prolongará la edad de jubilación hasta los 67 años. Ni que decir tiene que esta prolongación de la vida laboral traerá como consecuencia un aumento de las incapacidades temporales y permanentes del personal sanitario.

Pero puede que algunos tengan suerte, y antes de su jubilación el SAS les obsequie con un Ipos (Pack de medicamentos genéricos compuesto por Ibuprofeno, Paracetamol, Omperazol y Simvastatina) compendio de farmacopea que paliará todos sus males.