TIEMPOS REVUELTOSEL PARTIDO DE LA VERGÜENZA
La Junta ha ofrecido a sus empleados de Justicia trabajar horas extra por la tarde; quizá debería haberlo hecho con parados
Actualizado: GuardarQué está pasando? El espectáculo que está ofreciendo en 'prime-time' nuestra clase política es de todo menos edificante. En una ciudad en la que el paro es una epidemia galopante que ya afecta a 30.000 personas y cuyo techo desconocemos; en un municipio cuyo Ayuntamiento está tan saturado de personal que cualquier día de estos van a rebosar trabajadores por las ventanas; en este Jerez con la autoestima por los suelos; aquí, precisamente aquí, unos y otros han tenido que llegar a los tribunales para dilucidar quién ha enchufado a más correligionarios en la Gerencia de Urbanismo, en la Delegación de Deportes o en la concejalía de cementerios. Qué más da. Si ya estaba castigada la imagen de las instituciones y de los gobernantes, no les quiero contar. ¿Qué puede estar pensando cualquier jerezano de a pie, un ciudadano normal, de todo este asunto? ¿Qué mensaje nos están lanzando los mismos que dentro de pocas semanas van a venir a pedirnos el voto en las elecciones municipales? El descrédito y la desconfianza han caído sobre la ciudad como una de esas redes ilegales con las que se atrapan pajaritos en medio del campo. No hace falta ser un analista de medios, consultor de Ernst & Young, o Premio Nobel de Sociología para alcanzar estas conclusiones. Sólo es necesario tomarse un café en cualquier bar de la ciudad y escuchar. Y más esta semana, con lo prolija que ha sido en lo que a tribunales se refiere. La situación ha adoptado tintes casi deportivos. En primer lugar, la juez que se encarga del caso de los asesores -surgido de la denuncia de Pedro Pacheco contra Pilar Sánchez por la supuesta contratación irregular (enchufismo) de 32 personas en el Consistorio- decide que la actual delegada municipal de Medio Ambiente, África Becerra, y el ex jefe del gabinete de Alcaldía, Juan Carlos Jiménez, a la sazón marido de la alcaldesa de Jerez, vayan a declarar como imputados y no como testigos. Gooooool de Pedro Pacheco. Sólo unas horas después conocemos que la Audiencia Provincial ha desestimado el recurso del ex alcalde andalucista por el que pedía que se archivara la causa abierta contra él por la contratación irregular (enchufismo) de dos asesores -Pepe López y Manuel Cobacho- en la extinta Gerencia Municipal de Urbanismo. Es más, el caso irá a juicio. Gooooooool de Pilar Sánchez. Parece que el partido está empatado, pero queda mucho por jugar todavía. Nos quedan nuevos capítulos y quién sabe si mayores escándalos. La emoción está en todo lo alto. Dan ganas de llamar a Paco González y a Pepe Domingo Castaño para que nos vayan narrando las mejores jugadas. El problema es que cada gol que se meten unos y otros es un puñetazo a la conciencia de los jerezanos, el problema es que los jugadores de este partido ya no tienen ni afición que les jalee. Las gradas del estadio se han quedado vacías, la gente se ha marchado cansada de tantas sospechas de tongo y tantas supuestas fullerías. Y este partido no interesa. Dicen que cuando el río suena, agua lleva. Ojalá esta vez no se cumpla esta máxima. Ojalá los jueces nos digan que no ha habido nada raro, que todo esto ha sido un rifirrafe político pasado de vueltas y llevado ante los tribunales, que todo el que trabaja en el Ayuntamiento -los que entraron hace años y los últimos en llegar- se han ganado su puesto cumpliendo los requisitos oportunos y haciendo valer la legislación vigente. Ojalá podamos confiar en la igualdad de oportunidades a la hora de acceder a un empleo en el Consistorio jerezano. Me da la sensación de que estoy pidiendo mucho. No sé si el daño que ya se ha hecho con este caso de los asesores y de los enchufes será reparable. Lo único que sé es que, en realidad, Pacheco y Pilar no se están metiendo goles entre sí; están agujereando a balonazos la confianza en las instituciones democráticas de todo un pueblo como el de Jerez, que ya está hasta las narices de perder siempre por goleada.