Las almadrabas se juegan su futuro en el fuego cruzado de París
La flota artesanal se opone a otra rebaja de las cuotas de pesca, y augura su desaparición en el caso de que Iccat adopte esta medida
BARBATE. Actualizado: GuardarJuegan al gato y al ratón. La reunión de la Comisión de Conservación del Atún Atlántico, Iccat, que se celebra estos días en París, vuelve a ser un teatro a escala mundial. En las primeras intervenciones de algunos países se están empezando a ver los intereses de cada estado, que en muchos casos no coinciden con la actitud que mantienen sus flotas.
La petición japonesa (Japón es el principal consumidor de atún rojo del mundo), de prohibir la pesca a las flotas que no presenten un plan específico de prevención de fraudes para acabar con la sobreexplotación suena a chiste.
Y es que los nipones se han negado históricamente a bajar el ritmo de extracción del que es uno de sus productos gastronómicos más apreciados, y tienen el as en la manga de contar con reservas suficientes para abastecer de sushi a su economía. De momento no hay conclusiones en firme. Anoche los ponentes se presentaban formalmente en gala de bienvenida.
Las posturas aún son muy rígidas, pero todo apunta a que las cuotas pesqueras para España, y en particular para la flota artesanal de almadraba, palangre y cebo vivo, volverán a reducirse.
De hecho, la Unión Europea podría defender con su voto una rebaja parcial de las cuotas de captura anuales (TAC). Los 27, con grandes diferencias de posionamiento, acordaron hace unos días que las capturas oscilen entre las 13.500 toneladas de 2010 y un mínimo de 11.500 toneladas. El propio jefe de la delegación europea en Iccat, Pierre Amilhat, es pesimista; «hay demasiados barcos y no hay bastantes peces», asegura.
En estos momentos, las flotas de Francia, Italia, España, Grecia, Chipre, Malta y Portugal se reparten la pesca del atún rojo en el Mediterráneo y Atlántico oriental. Todos ellos, junto a otros 41 miembros con derecho a voto, deberán acordar antes del día 27 el reparto de cuotas para 2011.
En representación de las cuatro almadrabas gaditanas, el presidente de la OPP-51, Diego Crespo, ya se encuentra en la capital francesa. El sector insiste. Una nueva bajada de capturas sin la aplicación de medidas compensatorias para las flotas artesanales sería «desastroso», y llevaría a la ruina y una más que posible desaparición a este arte milenario que, curiosamente, es sostenible.