A don Juan Pedro Crisol

En algunas informaciones de las últimas semanas pide usted «seriedad y responsabilidad» en el tema de las antenas de telefonoía móvil, e incluso ha añadido que «no hay que temer ningún riesgo».

Señor Crisol, la seriedad y la responsabilidad deben estar fundamentadas en el conocimiento profundo sobre la materia de la que se habla, nunca en la ignorancia. Al afirmar que no hay que temer ningún riesgo por las antenas está usted dando a entender que no tiene ni idea de los peligros de las ondas electromagnéticas de alta frecuencia. Me permito aconsejarle que antes de seguir diciendo disparates semejantes se informe correctamente sobre los muchos estudios que ya se han hecho, y las demostraciones científicas realizadas, en las que se ha demostrado que estas altas frecuencias «pueden producir» dolores de cabeza, mareos, cataratas, estrés, alteraciones en los marcadores tumorales, esclerosis múltiple, alzheimer y cáncer.

No soy yo quien afirma esto. Yo sólo me limito a publicar mis conocimientos sobre esta materia. Si de verdad quiere usted tener información sobre las antenas y sus posibles efectos la puede obtener en la Federación de Asociaciones de Vecinos Solidaridad. Allí nos tiene a su disposición.

De todos modos, me permite decirle que quien realmente manifiesta poca seriedad y ninguna responsabilidad es usted con sus infundadas afirmaciones sobre las antenas de telefonía móvil y sus efectos en la salud de las personas.