El ministro alemán de Hacienda, Wolfgang Schäuble, horas después de la reunión de los ministros de Economía de la UE. :: AP
Economia

Desembarco para rescatar a Irlanda

El Gobierno de la isla sigue resistiéndose a aceptar un auxilio que miembros de la Eurozona consideran como inevitable Expertos del BCE, el FMI y la Comisión llegan hoy a Dublín para ayudar al sistema bancario

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Expertos del BCE, el FMI y la Comisión Europea desembarcan hoy en Dublín con la misión de negociar un marco de apoyo al sistema bancario irlandés, responsable, en buena medida, del caos de las finanzas públicas del país. La delegación es el resultado más concreto, por el momento, de los acuerdos aprobos por el Eurogrupo el lunes. Es también, y por ahora, la única concesión pública de las autoridades europeas a sus socios del Eurogrupo, en la búsqueda de una solución para las tensiones que soportan estas semanas los mercados de la deuda, inquietos por la debilidad de las finanzas del otrora 'Tigre Celta'.

La inquietud gana terreno y comienza a mover los cimientos a otras economías europeas que, como la portuguesa, no se asientan completamente sobre roca firme. Lisboa, no obstante, descartaba cualquier apelación a la ayuda europea. Su ministro de Finanzas, Fernando Teixeira do Santos, aseguraba ante el Parlamento de la nación que el Gobierno va a seguir financiándose a través de los mercados ordinarios de la deuda, en los que -ya lo dijo el lunes-, encuentra todavía el dinero más barato que el que le proporcionaría el Fondo de Estabilización del euro. España, menos zarandeada esta vez que las precedentes, ni se plantea esa posibilidad. La vicepresidenta segunda, Elena Salgado, manifestaba ayer en Bruselas que España concurrirá al mecanismo de apoyo a Irlanda, en el caso de que llegue a activarse, como el resto de los socios del euro que se preparan para hacerlo. El Reino Unido, muy expuesto a la quiebra potencial de los bancos irlandeses, participará en la operación aunque no es miembro del euro.

El ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, que preside el Ecofin por turno de Estado aunque el Gobierno del que forma parte esté todavía en funciones, daba por sentado que el Consejo exigirá contrapartidas a los bancos irlandeses que sean objeto de reestructuración, a cambio de las ayudas para el salvamento que el Eurogrupo y Londres están dispuestos a darle a Irlanda.

Compromisos

Dublín va a tener que asumir, por lo tanto, dos órdenes de compromisos estos próximos días, para garantizarse la ayuda europea: sacrificios en el gasto público (el plan cuatrienal de austeridad prometido por las autoridades irlandesas, que debe ofrecer un proceso creíble para reducir el déficit fiscal desde el 32% de este año hasta el 3% en 2014), y la restructuración de su sistema bancario. Los mercados se relajaron ayer, en la confianza de que el rescate de Irlanda, o de su sistema bancario, pueda estar encarrilado. Se recuperó un poco la cotización del euro, que cerró por encima de 1,35 dólares. La deuda pública española, no obstante, siguió en niveles altos, porque el diferencial de las obligaciones a diez años con el bono alemán del mismo plazo siguió por encima de los 200 puntos básicos.

Reflejo de la mayor tranquilidad inversora fue el comportamiento de los mercados. La Bolsa española, que se había teñido de rojo en la víspera, cerró con un avance del 0,93% en el Ibex 35, que actuó como un bálsamo en el ánimo de los inversores, al superar con creces las subidas de otros parqués europeos: 0,6% en el Dax alemán, 0,8% en el CAC francés y 0,2% en el Footsie británico.

Irlanda celebró el eventual rescate con una subida del 1,5% en su Bolsa de valores. Otros países periféricos empiezan a pagar la factura de la nueva crisis de la deuda. Bajo la intensa presión de los mercados Portugal captó ayer 750 millones de euros en bonos del Tesoro a un año a un interés bastante más alto que el de la última emisión comparable, hace solo dos semanas, señaló la agencia de la deuda portuguesa.