Sociedad

«Testimonio fundamental de la España del siglo XX»

MADRID. Actualizado: Guardar
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La muerte del director valenciano provocó una cascada de muestras de cariño, emoción y reconocimiento a la labor de un genio. Los Reyes y los Príncipes de Asturias mandaron sendos telegramas de condolencia a la familia de Luis García Berlanga. Al igual que la Casa Real, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, también envío su pésame. «Su genio inconfundible, su estilo provocador, irónico y lúcido, forman ya parte de nuestro vocabulario cotidiano, de nuestra mirada al mundo», indicó el jefe del Ejecutivo.Además, añadió que Berlanga elevó la comedia «al más alto rango de la creación y, como en la sabia tradición clásica, supo hacernos reír señalando el espíritu de una época con una profundidad extraordinaria». Por último consideró que con su muerte, «desaparece un testimonio fundamental de la España del siglo XX», aunque siempre permanecerá «el magisterio de una conciencia cívica que sólo el arte ofrece sin fisuras».

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy calificó de «genial, inteligente y con un finísimo sentido del humor» al realizador. Además, consideró al director «uno de los grandes creadores de la cultura española». Dentro del mundo de la cultura, el presidente de la Academia de Cine, un compungido Álex de la Iglesia, aseguró que «junto a Buñuel es uno de los cineastas más importantes de todos los tiempos».

En su opinión, 'Plácido' y 'El verdugo' son dos de las mejores películas del cine español y Berlanga, «uno de los directores más importantes del cine mundial». En el mismo sentido se expresó Icían Bollaín: «El mejor piropo que te podían decir es que hacías un cine berlanguiano». Otros directores, como Fernando Colomo o Gerardo Herrero, calificaron de «maestro» a Berlanga, mientras que Pilar Bardem lamentaba la pérdida de su «hermano». «He crecido con él», añadió la actriz.

Sin símbolos religiosos

Desde Portugal, la actriz Marisa Paredes destacó que la figura de Berlanga está «por encima de todas las modas, las censuras y los impedimentos». Asimismo, la que fuera presidenta de la Academia consideró que el realizador había hecho «las películas más importantes del cine español».

Su féretro, instalado en la Academia de Cine de la que era presidente honorífico, fue recibido con un respetuoso silencio y una cerrada ovación. Flanqueado por cuatro velas y una corona de rosas blancas, no lucía sobre su tapa crucifijo ni ningún otro símbolo religioso.