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La pareja diabólica devuelve al Atlético las mejores sensaciones

Agüero y Forlán, este por partida doble, mojaron ante Osasuna, que no tuvo mordiente y se rindió con la expulsión de Monreal

MADRID. Actualizado: Guardar
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Cuando Forlán calibra su arma, el 'Kun' coge tono, Reyes espabila y De Gea está en su sitio, el Atlético se convierte en un señor equipo que acredita sus condiciones para pelear la zona de 'Champions'. Y más si se encuentra ante un Osasuna de Camacho al que los rojiblancos agradecen su osadía, su capacidad para plantear un choque de ida y vuelta en el Calderón. No fueron muy inferiores los pamploneses en la creación pero murieron en ambas áreas y siguen sin ganar lejos del Reyno. Y se rindieron cuando Monreal fue expulsado a media hora del final.

Quique mantuvo al emergente Mario Suárez en detrimento del esforzado Assunçao pero dio otra vuelta de tuerca al equipo. La vuelta de Perea no llevó al banquillo a Perea sino a Domínguez, el central canterano zurdo que fue indiscutible el curso pasado y está en la mente de Del Bosque, como Reyes y De Gea. Definitivamente, el utrerano es otro con Quique. Calidad siempre tuvo pero la cabeza parecía un problema irresoluble. Lucha, presiona, roba, conduce, dribla, asiste y llega.

Es un 'todocampista' que todavía debería aprender a no regatear tanto en campo propio porque un robo es gol u ocasión, como ocurrió en el Bernabéu. Y el portero, dubitativo en el derbi, volvió por sus fueros. Hizo dos grandes intervenciones en momentos clave. Con 0-0, desvió un cabezazo a bocajarro de Lolo. Y con el raquítico 1-0 a favor, metió una mano imposible en un centro chut de Aranda que se aprestaban a empujar Soriano y Lolo.

Los rojiblancos se agarraron a ellos y, sobre todo, a Agüero y Forlán, esa pareja letal.