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Entre la alcaldía y el escaño
Populares de peso en la organización serán candidatos en núcleos medios gobernados por socialistas largo tiempo, sobre todo en Sevilla El PP volverá a implicar a todos sus cargos y diputados en las municipales
SEVILLA. Actualizado: GuardarJavier Arenas no ha dejado de advertir a su partido durante todo el año que la puerta del cambio de gobierno en Andalucía y la vuelta del PP a la Moncloa son las elecciones municipales. En estos comicios ha volcado toda su energía política. La sucesión de encuestas favorables a lo largo del año nole han hecho cambiar de estrategia. «Vamos a por todas», dijo el pasado martes en Mairena del Aljarefe en la presentación del candidato de su partido, Ricardo Tarno.
Este acto, que contó con la presencia de Mariano Rajoy, simboliza parte de la estrategia que Arenas ha diseñado en Andalucía cara a las municipales. El PP volverá a implicar a todos sus cargos y diputados en estas elecciones, que tienen en la provincia de Sevilla un objetivo prioritario. Tarno, número tres del PP andaluz, es diputado nacional. Pero Rafael Salas, senador y miembro del comité ejecutivo regional también será candidato, y en una plaza más difícil, Marinaleda. Otra diputada y miembro del núcleo duro del PP andaluz, Carolina González Vigo, aspira a ser la alcaldesa de Guillena, como los anteriores municipios también de Sevilla.
En el PP andaluz no es extraño que sus diputados sean alcaldables o que sus alcaldes sean diputados. Hay nueve alcaldes del PP en la Cámara andaluza, entre ellos el de Huelva, Pedro Rodríguez. También ocupan escaño los portavoces y candidatos del PP en Sevilla (Juan Ignacio Zoido), Córdoba(José Antonio Nieto), y el candidato de Jaén (José Enrique Fernández de Mora).
Pero esta vez Arenas quiere más. El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, afirma que no va a haber ningún cargo del PP «que no tenga una responsabilidad en estas municipales». Sanz confirma que se le ha pedido «un esfuerzo» a los cargos de su partido cara a lo que llama «apuesta fortísima». «Todos tenemos que arrimar el hombro» para el cambio político en Andalucía, afirma. Sanz también admite que Sevilla es una prioridad. «Hay una apuesta fuerte por Sevilla, queremos que sea el faro del cambio», sostiene. Por ello la presencia de pesos pesados en núcleos urbanos menores, como Guillena.
El PP gobierna en seis de las ocho capitales de provincia, pero sólo tiene en su haber 140 alcaldías frente a las 491 del PSOE. Gracias al voto en poblaciones medias del interior este partido gobierna en las diputaciones. El PP quiere como poco arrebatarle al PSOE una cincuentena de estas ciudades para amarrar también las diputaciones. «La palanca del cambio son los municipios intermedios», afirma Sanz. Para ello Sevilla es clave. En esta provincia el PSOE le sacó 30 puntos de ventaja al PP en las últimas elecciones. Subir un diputado en las generales y de dos a tres en las autonómicas sería primordial para ganar en esta Comunidad, donde cuenta con 47 diputados frente a los 56 del PSOE y seis de Izquierda Unida. Por ello, el PP quiere echar el resto en Sevilla.
Aunque Sanz es consciente de que los datos de las municipales no son extrapolables a otras elecciones, ya que el componente personal de los alcaldables también cuenta, está convencido de que si ganan por primera vez en la historia democrática en estos comicios, puede ser «ilustrativo, un último escalón antes del cambio» en San Telmo y la Moncloa.
Mairena del Aljarafe es la cuarta ciudad de la provincia de Sevilla, forma parte del cinturón de su área metropolitana y ha estado gobernada por el PSOE casi toda la democracia. «Venimos a decirle a los socialistas que los pueblos de Andalucía no son propiedad de nadie», fue el mensaje de Arenas. Es la consigna. Lo sabe bien José Luis Sanz, presidente del PP de Sevilla, diputado regional y alcalde de Tomares. Sanz recuerda que fue Tarno el que, como presidente entonces del PP de Sevilla, le planteó presentarse hace cuatro años en Tomares, feudo socialista. Todo un reto. «Se trataba de ir a por todas o hacer una campaña de trámite». Fue a por todas. Se echó a la calle y visitó a 2.500 personas (el censo es de 25.000). De cinco concejales el PP pasó a diez y gobierna con el apoyo deun edil del PA. Lo suyo fue una sorpresa que Arenas quiere repetir con otros cargos del PP.