ESPAÑA

El Gobierno insiste en que «ni hay diálogo con ETA ni lo va a haber»

:: efeRubalcaba avisó al PP de que el Ejecutivo «no va a tolerar linchamiento alguno» contra el presidente de los socialistas vascos

MADRID. Actualizado: Guardar
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El Gobierno volvió ayer al discurso sin concesiones contra ETA. El titular de Interior y vicepresidente primero del Ejecutivo, Alfredo Pérez Rubalcaba, al tiempo que Arnaldo Otegi lanzaba sus mensajes en la Audiencia Nacional, rechazó con contundencia todos los debates públicos sobre mediadores, diálogos y treguas y aseguró que a la política antiterrorista del Gabinete, la misma que garantiza la unidad de acción con la oposición, solo le interesa un punto: el final definitivo de la banda criminal.

Rubalcaba, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, restó toda importancia al anuncio público realizado por el mediador internacional Brian Currin de que ETA podría decretar una tregua permanente y verificable antes de las próximas Navidades. El vicepresidente dijo que Currin no representa a nadie y que, como mucho, lo que hace es mediar entre ETA y la izquierda 'abertzale', un debate que «al Estado no le interesa» ni le incumbe. «No hacen falta mediadores, ni los queremos ni los vamos a utilizar», aseguró el número dos del Ejecutivo, porque «uno utiliza una mediación cuando está metido en un diálogo y no es el caso». «No los necesitamos para nada, ni al señor Currin ni a ningún otro» mediador, porque «no hay diálogo con ETA ni lo va a haber», insistió.

«La tregua no vale»

El responsable de Interior abundó en la misma idea cuando dijo que «la palabra tregua ya no vale» porque el consenso antiterrorista ya solo persigue «el final» de ETA, y «final quiere decir que nunca más se mata, que nunca más hay violencia, que se acabó definitivamente». Explicó que los tiempos en los que un cese temporal de los asesinatos y las bombas permitía que los gobiernos democráticos abriesen contactos con los violentos para buscar su final ya son historia. Ese modelo, según fuentes del Gobierno, estalló el mismo día que el aparcamiento de la T-4 de Barajas, atentado con dos muertos con el que la banda rompió de forma unilateral y a traición un alto el fuego iniciado nueve meses antes, que había puesto en marcha un proceso de paz.Rubalcaba también restó toda importancia a la polémica generada por la declaración de Otegi, en la que indicaba que el PSOE estaba al tanto del mensaje que Batasuna lanzó en el mitin ilegal de Anoeta de 2004. El vicepresidente coincidió con lo dicho minutos antes por Jesús Eguiguren en la Audiencia Nacional, con quien había hablado el jueves por teléfono: que lo de Anoeta lo sabía «todo el mundo». Señaló que para tener esa información no era preciso hablar «ni con Eguiguren ni con nadie», porque los periódicos lo publicaron en los días previos. El ministro descartó que, pese a las reclamaciones del PP, el PSOE vaya a tomar medida disciplinaria alguna sobre Eguiguren y, como ya hizo el 'lehendakari' Patxi López el miércoles, avisó «a quienes están pescando en río revuelto» con este asunto que el Ejecutivo «no va a tolerar linchamiento alguno» contra el presidente del PSE.

El PP dio ayer la impresión de que había decidido rebajar un poco la presión política sobre Eguiguren, aunque la secretaria general del partido, Dolores de Cospedal, comentó la necesidad de «un análisis interno» en el PSOE para que aclaren por qué uno de sus dirigentes acude a declarar «a favor» de Otegi.

Dolores de Cospedal lamentó que el presidente del PSE-EE cada día diga una cosa, «según va interesando a los batasunos, al PSOE o al Gobierno», y destacó que, ahora, «lo importante» de verdad radica en «ser prudente» y no caer en las trampas del mundo terrorista. En este sentido, apostó por derrotar a ETA solo con los medios del Estado de Derecho.