La Policía marroquí rodea varias tiendas de campaña pertenecientes a un campamento en el que residen 12.000 personas, cerca de El Aaiún. :: AFP
MUNDO

La crisis del Sáhara llega a la ONU

Según varias fuentes, el único fallecido reconocido por Marruecos es de origen español, aunque no hay confirmación oficial El Consejo de Seguridad se reunirá el martes para tratar la violencia desatada en el campamento de El Aaiún

RABAT. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La crisis que se vive en el Sáhara Occidental ha llegado al Consejo de Seguridad de la ONU, que se reunirá el martes para tratar sobre la violencia desencadenada tras el asalto al campamento de protesta de El Aaiún. En España, el Congreso debatirá el día 30 una condena al reino alauí por la violencia desatada a propuesta de Izquierda Unida.

Mientras que las calles de la capital de la ex-colonia española han vuelto a una relativa normalidad, impuesta por el enorme despliegue de fuerzas de seguridad, siguen sucediéndose detenciones por parte de las autoridades marroquíes, aseguran fuentes saharauis.

La vicepresidenta de la Asociación Saharaui de Víctimas de Violaciones Graves de los Derechos Humanos (ASVDH), Ghalia Djimi, aseguró a este diario ayer que «algunos de los arrestados ya están siendo liberados». Los que van saliendo cuentan «que han sido maltratados, y que había muchos detenidos, hombres y mujeres. Aunque no pudieron verlos, porque la mayoría tenía los ojos vendados, sí que pudieron escucharlos», afirmó la activista. Varias fuentes saharauis relataron, además, que alrededor de 40 detenidos habrían sido llevados ayer ante el Tribunal de Primera Instancia de El Aaiún, aunque la información no ha sido, por ahora, confirmada por las autoridades marroquíes.

La mayoría de los detenidos tras los enfrentamientos en las calles de El Aaiún el pasado lunes han sido llevados a la comisaría de policía de la ciudad, mientras que los que fueron arrestados en el asalto al campamento de protesta están arrestados en el cuartel de la Gendarmería, asegura la activista. La República Árabe Saharaui Democrática (RASD), añadió ayer en un comunicado que los detenidos, que alcanzarían ya los 2.000, estarían siendo albergados también en una escuela de secundaria, en tres cuarteles del ejército, en dos espacios habilitados en un campo de fútbol y en la conocida como 'Cárcel Negra' de El Aaiún. Por ahora, Marruecos ha confirmado que hay 163 personas arrestadas.

El ministro de la comunicación marroquí, Jalid Naciri, aseguró ayer en una rueda de prensa que «las decenas de de persona»s que han sido detenidas en los últimos días son «criminales y no militantes saharauis». También aprovechó para calificar la cobertura que la prensa española está haciendo del conflicto en el Sáhara Occidental de «vergüenza e injuria al pueblo marroquí».

En cuanto al número de heridos, resulta muy difícil contrastar las cifras de manera independiente. Las RASD habla de 4.500, y Marruecos de 65. Todas las fuentes saharauis consultadas aseguran que los heridos no quieren ir al hospital por miedo a ser detenidos allí. «Hay muchos lesionados a los que la policía ha pegado en la misma puerta del hospital. Tanto a ellos como a los familiares que les acompañaban», sostiene una de estas fuentes.

El Frente Polisario asegura que, en unas circunstancias similares se habría producido la muerte de un joven de nombre Ali Salem Lanzari. Según informó ayer la formación y varias fuentes saharauis, el chico habría sido herido durante los disturbios, y su familia decidió trasladarlo hasta Agadir para que recibiera tratamiento hospitalario, donde finalmente murió. Al cierre de esta edición había sido imposible contratar esta información con fuentes marroquíes.

Varias asociaciones saharauis aseguraron ayer también que el único fallecido civil reconocido por Marruecos, Brahim Guergar Uld Mohamed Uld Hamadi, también conocido como Babi Guergar, tendría nacionalidad española, algo que, por ahora, no ha confirmado el ministerio de Exteriores.

Las fuerzas de seguridad marroquíes invadieron el pasado lunes el campamento de protesta de Gdaim Izik, acto que desencadenó los peores disturbios registrados en el Sáhara Occidental desde el alto el fuego entre Marruecos y el Polisario en 1991.