Imagen de una de las terminales en las que el aparato coloca el producto que se le pide, a través de una cinta transportadora. :: J. FERNÁNDEZ
Jerez

Un robot para la farmacia del futuro

La botica de Porvera estrena una máquina que dispensa y almacena en un tiempo récord; La titular del negocio destaca que el aparato beneficia al trabajador y al cliente, ya que se dedica más tiempo a la atención de éste

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Se llama Rowa VMax y ha pasado a formar parte de la plantilla de la farmacia de la calle Porvera. Sus ventajas con respecto al resto del personal son evidentes, ya que él no cobra, ni necesita estar dado de alta en la Seguridad Social, es inusualmente rápido y cuando se pone enfermo en una hora puede estar restablecido. Efectivamente, con estas características no se trata de un humano corriente y moliente sino de un robot, que ha revolucionado el panorama tecnológico y, sobre todo, la labor diaria en la botica.

Lo primero que advierte su jefa y titular del negocio, Susana Gómez, es que su incorporación no ha supuesto una merma en el número de empleados de la farmacia, que incluso se ha visto incrementado en un trabajador más. Y es que todos han salido ganando con Rowa VMax, empezando por la propia clientela. La tarea de esta máquina arranca en el mismo momento en el que un cliente se acerca al mostrador en busca de un medicamento.

Una vez que es atendido por el farmacéutico o auxiliar, éste introduce el nombre del producto y el robot, que está instalado en el almacén, se pone en funcionamiento y con una rapidez vertiginosa utiliza alguno de sus dos brazos para alcanzar la mercancía. Seguidamente la coloca en una cinta transportadora que la lleva hasta el mostrador, cayendo por uno de los tres terminales que están ubicados en éste.

Así, su principal actividad sería la de la dispensación, aunque también es capaz de ir colocando las cajas en el almacén, siempre ordenadas según la fecha de caducidad. Como explicó la titular de la botica, el robot puede hacerse cargo de hasta 20.000 unidades y sus posibilidades son inmensas de cara a la mejora de la asistencia al ciudadano. «Esto facilita la atención muchísimo, con la rapidez en la dispensación no te mueves del mostrador y atiendes estupendamente: posología, interacción, efectos adversos... Todo se facilita».

Este ejemplar, como el que existen unos pocos en la provincia, es sin embargo el único que cuenta con dos brazos y dispone además de un escáner que lee las dimensiones y ubica perfectamente los medicamentos en relación a ellas. Si se estropea, aparte de que depende de un segundo ordenador por si no funcionara el primero, el técnico está disponible en una hora para ponerlo de nuevo a punto.

«Para una farmacia de 24 horas, como es nuestro caso, resulta fantástico porque no hay que esperar en caso de urgencia. La caducidad está controladísima y él no se equivoca nunca, por lo que la eficacia es total». En cuanto al almacenaje, la profesional asegura que lo que antes hacían los trabajadores en cuatro horas la máquina puede hacerlo en sólo una, lo que les ahorra tiempo para invertir en cosas más productivas.

Un dechado de virtudes que Gómez confía en que les salga rentable y acabe despuntando como la tecnología del futuro, de la que puedan aprovecharse muchos negocios más en beneficio de clientes y trabajadores.