Sincronías

Decía Julio Cortázar: «Andábamos sin buscarnos, pero sabíamos que andábamos para encontrarnos». Así me dedicó su libro 'La Huella Morisca', la pasada semana, Antonio Manuel. Durante varias horas hablamos de los momentos, experiencias e inquietudes que habíamos compartido. Hacía casi dos años que no nos veíamos, el reencuentro fue ansiado y una alegría enorme nos acompañó. Todo se simplificaba en que ambos habíamos vivido vidas paralelas, ambos fuimos pupilos de Manolo Pimentel en aquel utópico Foro Andaluz, ambos nos fuimos a la vez, ambos al quedarnos huérfanos iniciamos un camino de activismo social, cultural y político a través de nuestras asociaciones, y ambos nos complicamos la vida por nuestros ideales y por un fin: el despertar identitario del pueblo andaluz. Decía José Luis Borges: «Cada persona que pasa por nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad». De igual manera nada es por sí, todo existe de una manera que vincula a otra, una confabulación del universo, todo ocurre en un principio que va desencadenando un movimiento cuya inercia nos lleva a toparnos con aquello que buscamos. Estoy convencido de que nuestro esfuerzo, el de todos, los miedos, los constantes jirones del querer abandonar, retirarse, darse por vencidos, los alientos por seguir, las ilusiones, los deseos y los sueños, nos han acompañado a los dos como un constante flujo de energía hacia esa misma meta. La tarea que nos unió y nos une,. siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Foro Andaluz, Paralelo 36, Fons Vitae, Elecciones Propias, Moriscos, El Patio del Pozo, Parques Infantiles. Recuerda amigo, debemos crear un antes y un después de todo esto. Esa es nuestra experiencia conjunta, una experiencia cumbre. Y recuerda, quien resiste vence, quien sufre recuerda. Sólo temo una cosa: no ser digno de mis sufrimientos.