Nueva esclusa, ¿y qué?

El pasado viernes cuando, como cada día, me dirigía a mi trabajo habitual y transitaba por el paseo de Canalejas me impresionó ver la imagen de los pantalanes del muelle ocupado por los cuatro grandes cruceros que trajeron a casi diez mil personas a la ciudad. Esta imagen, poco habitual pero cada vez más frecuente, es señal de que muchas cosas se están haciendo bien y poco a poco nuestro puerto se va asentando, y el movimiento turístico de esos grandes buques va dejando su impronta. Durante todo el día, hasta su partida, las calles se vieron jalonadas de visitantes, cosa que como hemos comentado en mas de una ocasión, no sucedía antaño y, quieran o no, es una fuente de riqueza que va a más. Anecdóticamente les comentaré que el mismo viernes por la noche fui con unos amigos a cenar a un restaurante de la calle Soprani y nos tuvieron que improvisar los menús porque, según el metre que nos atendió, debido a la afluencia de cruceristas a la hora del almuerzo se le habían agotado muchos de los artículos.

Como contrapunto a esto, no entiendo el pesimismo de algunos sectores ante la inminente apertura de una nueva esclusa del Guadalquivir y el dragado del río para permitir la entrada al puerto de Sevilla de buques de mayor calado. No hay que rasgarse las vestiduras, Cádiz tiene suficiente entidad para mantener y ampliar su oferta a los visitantes. Desde la inminente celebración del bicentenario hasta la carga de historia fenicia que nos jalona desde hace tres mil años, que no es poco No tenemos que lamentarnos de que ellos quiera recibir mas cruceros, por el contrario, eso tiene que ser un acicate para mejorar nosotros, mejorar sin tregua para ser competitivos. Por todo esto me parecieron muy oportunas las opiniones vertidas por nuestra alcaldesa instando a que nosotros también podemos y debemos luchar por conseguir ese mercado. Lo demás, lo del pesimismo recalcitrante, hay que dejarlo de lado.