El obispo convoca pleno extraordinario en Bertemati

Dieciséis folios leídos, debatidos y analizados en quince minutos. Esa es la impresión que hay entre los cofrades de la ciudad, que observan atónitos la celeridad con la que los hermanos mayores despacharon en el pasado pleno extraordinario, convocado por ellos mismos, el asunto del Sábado Santo. Una jornada que tras más de dos décadas en el olvido, parece que se resolverá en apenas siete días, puesto que todo han sido prisas en los últimos tiempos, que han conseguido que las decisiones vayan precipitándose una detrás de otra hasta acabar en la respuesta del obispado el próximo martes.

Si en el último pleno ordinario los hermanos mayores unieron fuerzas y voluntades para apoyar la petición de la Piedad de ir al Sábado Santo pese a la negativa categórica del prelado de la ciudad, monseñor Mazuelos, y consiguieron un acuerdo histórico al firmar por unanimidad, con una excepción, la solicitud de pleno extraordinario, el presidente Natera no les fue a la zaga convocando la reunión para apenas cinco días después. Y tras esta reunión extraordinaria, en la que los hermanos mayores decidieron por 36 votos a favor, una abstención y un voto en contra enviar el documento a la Casa de la Iglesia, en el Obispado se han batido todos los récords, puesto que la máxima autoridad de la diócesis ha citado al pleno de hermanos mayores en el Auditorio Juan Pablo II para el próximo martes a las ocho y media de la tarde, para zanjar parece que de manera definitiva la polémica creada con el Sábado Santo en nuestra Semana Mayor.

El hermetismo es absoluto en el obispado, ya que no se ha presentado orden del día para esta reunión, aunque desde la delegación diocesana de hermandades y cofradías se ha asegurado en repetidas ocasiones que el asunto del Sábado Santo está «cerrado. Se ha dado respuesta a la hermandad de la Piedad, y el obispo gobierna para toda la diócesis. Habrá Sábado Santo si ellos quieren, pero será con la condición decretada por el señor obispo, la de recogerse a las tres de la tarde».

La versión del presidente del Consejo no es distante de la de la delegación diocesana. De hecho, el presidente del Consejo, Manuel Muñoz Natera, ha confirmado a este medio que «el Consejo se ha limitado a cursar el escrito al Obispado, remitiendo la petición de los hermanos mayores y obedeciendo las directrices del pleno. Pero no ratificamos, ni contradecimos, nada de lo escrito en la petición al señor obispo, entre otras cuestiones, porque nadie nos lo ha preguntado».

Esta sorprendente postura es fruto del desarrollo del último Pleno extraordinario, en el que no existió el debate ni las preguntas, limitándose al voto en sobre cerrado. Por tanto, no se preguntó al presidente la postura del Consejo, ni si apoyaría de manera explícita la solicitud. «Nosotros, como Consejo, apoyamos y apoyaremos lo que decida el próximo martes nuestro prelado. Esa es y será la postura del Consejo sobre el Sábado Santo».