José Sócrates, rodeado de los ministros de Finanzas y de Asuntos Parlamentarios. :: EFE
Economia

La banca ve injusto el castigo a la deuda española por Portugal e Irlanda

Atribuyen el contagio a las nuevas propuestas de rescate europeo que defiende el eje franco-alemán, con participación privada

MADRID. Actualizado: Guardar
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Los agentes económicos españoles, como las empresas y en particular los bancos, creen que España no se merece la penalización que sufre su prima de riesgo, que encarece los costes de la financiación del Estado, de las Autonomías, de las empresas y hasta de los particulares, y atribuyen esta nueva etapa de tensiones a un inesperado giro de la Unión Europea, inspirado por el eje franco-alemán, para extender al sector privado el impacto de los rescates de los países en dificultades. Ayer, el diferencial de las obligaciones a diez años con el bono español del mismo plazo volvió a superar los 210 puntos básicos, un nivel próximo al de la publicación de las pruebas de solvencia, en una escalada a la que no le encuentran motivo, por entender que un contagio de Irlanda y Portugal no está justificado.

José García Cantera, consejero delegado y desde hace pocas fechas primer ejecutivo de Banesto, expresó sus temores porque en esta nueva fase de reacción de los mercados «se estén alcanzando picos próximos a los máximos de mediados de julio», cuando las circunstancias son distintas y muchas cuestiones se aclararon entonces. Las causas ya no radican en el ámbito nacional, porque España «está haciendo lo que tiene que hacer».

En el mismo sentido se manifestó el presidente del Banco Popular, Ángel Ron, quien insistió en que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero debe proseguir en sus planes, y atribuyó las nuevas manifestaciones de rechazo a las decisiones ahora proyectadas por la Unión Europea para los programas de rescate, con participación 'privada' en una segunda etapa. En concreto, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, propone un nuevo modelo para países de la Unión Europea (UE) que entren en crisis de liquidez, en el que habría dos fases, la segunda de las cuales supondría que los acreedores privados deberían renunciar a parte del dinero que se les debe.

Las opiniones de los más influyentes tendrían menor impacto de no haber coincidido con nuevas tensiones en los mercados de deuda interna de Portugal e Irlanda. Ayer, el país luso colocó obligaciones a un interés récord desde la creación de la moneda única y los bonos irlandeses prosiguieron su escalada a la espera de un presupuesto de austeridad.

Portugal e Irlanda

Portugal colocó ayer obligaciones por 1.242 millones de euros en dos emisiones. La primera, de 686 millones de euros con vencimiento en 2020, alcanzó el 6,806%, un interés muy superior al 6,242% ofrecido por una emisión de tipo similar efectuada el pasado 22 de septiembre. La demanda fue 2,1 veces superior a la oferta, mucho menor que la precedente. La segunda colocación, a 6 años, se realizó a un interés de 6,156%, frente a 4,371% en una operación similar de finales de agosto. La demanda fue equivalente a 2,3 veces la oferta en este caso. Los precios pagados son el reflejo de una dura penalización. Y el alza de costes financieros se añadirá a las dificultades para reducir el déficit, según los expertos.

El ministro de Finanzas portugués, Fernando Teixeira dos Santos, coincidió con los banqueros españoles en que la inquietud de los inversores «se debe esencialmente a la incertidumbre sobre la forma que adoptará un futuro mecanismo de gestión de crisis a nivel europeo». El responsable gubernamental también recordó que el ejecutivo luso ha adoptado un plan de ajustes sin precedentes. Lisboa se ha comprometido a reducir el déficit público a 7,3% del PIB este año y a 4,6% el año próximo.