Fuego amigo desde McLaren
Lewis Hamilton le hace un guiño a Fernando Alonso antes del día clave; El piloto británico piropea a su adversario español, a quien puede ayudar de forma decisiva en la última etapa de Abu Dhabi
MADRID. Actualizado: GuardarEl milagro Hamilton se sustenta en una cadena de situaciones tan improbables que hasta la prensa británica, tan apasionada siempre con su piloto fetiche, acepta que este año es casi imposible que se pongan en pie para entonar el «God save the Queen», mosqueados con el resurgir de Fernando Alonso vestido de rojo pasión. El español, feliz en su mundo y ajeno a los factores externos que no puede controlar, mira de frente al Mundial mientras en Red Bull deshojan la margarita en un culebrón que suscita todo tipo de comentarios en el «paddock». Alonso, Webber y Vettel se la juegan a una carta y a la espera se queda Hamilton, que promete guerra en Abu Dhabi ya que en su vida no hay lugar ni para los grises ni para los sinsabores.
Dice que irá a tope
Aceptando que Red Bull es el principal rival de Alonso porque así lo indica la inflada clasificación de este frenético curso, el asturiano encuentra en Hamilton a un verdugo sorprendentemente reconvertido, generoso en el elogio con quien ha sido su enemigo íntimo desde que compartieron colores, y poco más, en McLaren. «Si Fernando es el que finalmente gana, se merecerá estar entre los grandes nombres que la Fórmula 1 ha tenido en el pasado», soltó a modo de titular conciliador en una entrevista en la que desvelaba que se enviaban mensajitos al móvil y que incluso quedaban de vez en cuando. Está por demostrar esa relación de colegueo.
Para que Hamilton se lleve el gato al agua necesita ganar sí o sí el domingo, pues los 24 puntos de diferencia que arrastra con el líder sólo se salvan con un baño de champán en lo más alto del podio de Abu Dhabi. Luego le tendría que tocar una varita mágica para que Alonso no puntuara, Webber fuera sexto o peor y Vettel no mejorara la tercera plaza. En definitiva, una carambola complicadísima por la que prácticamente nadie se juega los cuartos: «Sé por experiencia propia que el campeonato no acaba hasta que cruzas la línea de meta tras la última vuelta, así que solo me queda apretar hasta el final», explica en un ataque de nostalgia que le traslada a 2008, título que conquistó al superar a Timo Glock en la postrera curva de Interlagos mientras el garaje de Massa brindaba entre confetis.
Como no le queda otra que ir a fondo en Yas Marina, su triunfo sería un favor impagable para Alonso ya que le valdría con ser quinto independientemente de lo que hagan los coches de Webber y Vettel. «Ya hemos visto antes que este campeonato puede ser impredecible y volátil», resume para convencerse. Hamilton, presumido y voraz con los rivales, es consciente de que Vettel le podría arrebatar el récord que mantiene como el campeón más joven de la historia de la Fórmula 1 (lo logró con 23 años, nueve meses y 26 días, y Vettel tendría 23 años, tres meses y 11 días). El británico fue, en este mismo asfalto, el mejor en la clasificación del 2009 y solo un problema en los frenos, cuando iba líder en la vuelta 19, permitió el doblete de Red Bull. Y dicen que Abu Dhabi no beneficia tanto a los energéticos, buena noticia para Alonso y Hamilton.
«A cargo de nuestro destino»
Alonso no hace mucho caso a la calculadora, consciente de que es el único que depende de sí mismo en este desenlace. Y está convencido de que le irá bien en Abu Dhabi, donde llegó el martes desde Brasil. «El resultado de Interlagos nos permite ser dueños de nuestro destino. Si soy primero o segundo, no tendré que hacer ningún tipo de cálculo. Podemos hacerlo, aunque sabemos que nuestros rivales son muy fuertes. Su coche ha sido mejor en todos los circuitos, salvo tal vez en uno», dijo el español en su blog.