Liberada una joven que había sido obligada a prostituirse en Los Barrios

Con sólo 18 años se vio recluida en un local de alterne, de una ciudad que desconocía en un país extranjero. Pese a su situación tan vulnerable, se armó de valor y pudo escapar del club y refugiarse en un hotel de Los Barrios. A la mañana siguiente de su escapada, la Policía Nacional irrumpió en el establecimiento buscándola. Tenían una denuncia internacional de desaparición. La familia de la chica le había perdido la pista en Italia. Ayer, la Comisaría de Algeciras confirmaba el final feliz de esta historia.

Además de localizar a la joven, la Policía Nacional pudo detener a los miembros de un grupo organizado, también de origen rumano, que pretendía inducirla a ejercer la prostitución en clubes de alterne de la comarca del Campo de Gibraltar; también son los responsables de haberla introducido de forma ilegal en el país.

La 'operación Sirena' se inició cuando la Interpol informó a las autoridades gaditanas que una joven rumana de 18 años había sido trasladada «en contra de su voluntad» hasta la provincia para ejercer la prostitución, según había podido saber la Policía italiana a partir de la denuncia de un particular.

Los agentes revisaron el listado de 'clientas' o 'huéspedes' -figura a la que recurren los prostíbulos para dar apariencia de legalidad al ejercicio de la prostitución en sus locales- de los locales de la Comarca y en el club Los Lagos, de Los Barrios, descubrieron que había sido registrada recientemente. Cuando los investigadores se personaron en el citado establecimiento, averiguaron que la chica «había huido en taxi durante la madrugada y se había dirigido al municipio de Los Barrios», donde fue localizada finalmente en un hotel en el que se escondía de sus proxenetas.

Al ser interrogada por los policías, la joven señaló a los dos rumanos, de 22 y 24 años, que le habían forzado a prostituirse. La Policía Nacional los detuvo y sospecha que ambos pretendían asentar su base de operaciones en la Comarca, donde explotarían a mujeres rumanas en locales de alterne. Los beneficios que obtendrían serían muy importantes porque a la chica liberada le exigían una recaudación semanal de 5.000 euros, según indicó ayer la Policía.

Los agentes también arrestaron a la compañera de habitación de la víctima. Otra chica rumana de 21 años que tenía como misión «controlar los movimientos de la joven en el club, así como recaudar las ganancias que generaba ésta».