Ciudadanos

Piden prisión para un anciano acusado de golpear a su pareja con su silla de ruedas

Se enfrenta a una pena de 22 meses y una orden de alejamiento por un delito de maltrato y otro de amenazas a punta de cuchillo

CÁDIZ . Actualizado: Guardar
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El anciano llegó ayer a la sala de vistas del juzgado de lo Penal Nº 5 de Cádiz sentado en una silla de rueda motorizada, con una bombona de oxígeno que le ayudaba a respirar. Parecía un hombre débil y enfermizo, alejado de la imagen que se espera de un maltratador que haya golpeado a su pareja, sobre todo, si ésta es treinta años más joven que él. Pero el carácter y la vehemencia de sus respuestas, desmintieron pronto esa apariencia de fragilidad. «Sí le llamé puta y se lo volvería a decir», confesó el acusado ante la jueza, para desconcierto de su propio abogado. A sus 82 años, M. D. O, quizá sabía que debido a su edad no irá a prisión aunque le condenen. Es demasiado mayor.

Eso no ha evitado, sin embargo, que el anciano haya tenido que rendir cuentas ante la Justicia por los delitos de amenazas y malos tratos de los que su ex pareja le acusa. La mujer, de 52 años, le denunció por haberle amenazado supuestamente de muerte con un cuchillo de cocina y por haberle arrojado su silla de ruedas sobre ella.

De madrugada en El Puerto

La acusación particular y la Fiscalía, aunque saben también que el hombre no entrará en prisión debido su edad, han pedido a la jueza que condene al hombre con 22 meses de cárcel, y sobre todo, que le prohíba acercarse y comunicarse con la mujer durante otros dos años y medio. Además, piden que el acusado indemnice a la víctima con 90 euros por las lesiones que supuestamente sufrió ésta. La defensa, en cambio, pide la absolución.

Los hechos ocurrieron hace apenas tres meses, a las tres de la noche, en la vivienda que ambos compartían en El Puerto. La mujer regresaba de la calle y el anciano la esperaba en el descansillo de la escalera. Cuando la vio llegar, el hombre comenzó a insultarla a gritos: «¿De donde vienes? ¡De acostarte con tus amantes!». Según la denuncia presentada por la mujer, el hombre arrojó entonces la silla de ruedas escaleras abajo y golpeó supuestamente con ella a su ex pareja, que acabó con un gran hematoma en un brazo.

Pero la cosa no habría acabado ahí. Según explicaron ayer la víctima y los testigos de la agresión, después de tirar la silla de ruedas sobre la mujer, el acusado cogió un cuchillo de gran tamaño de la cocina -unos 31 centímetros de hoja- y le espetó a gritos que la tenía que matar, mientras le apuntaba con el arma a la altura del cuello. En ese momento, el yerno de la mujer -novio de su hija- intervino en defensa de la supuesta víctima e impidió una agresión. Así lo relató, al menos, la hija de la mujer durante el juicio, en el que compareció como testigo. A preguntas de la Fiscalía, el hombre explicó que si bien necesita la silla para moverse, puede caminar solo en pequeños tramos. A diferencia de los insultos, el acusado evitó reconocer las agresiones y las amenazas ante la jueza de lo Penal, pero sorprendió a todos en la sala de vistas -incluso a su abogado- cuando dijo que si pudiera, estamparía la silla en la cabeza de su novia.

Sobre el cuchillo, el anciano reconoció que lo tuvo en la mano mientras discutía con su ex pareja. Pero trató de explicarlo con una excusa increíble: según él, a las tres de la madrugada (cuando supuestamente ocurrieron los hechos), estaba cocinando. El caso ha quedado visto para sentencia.