Adrien Brody, en una escena del filme de Polanski. :: LA VOZ
Sociedad

El pianista de Polanski, ¿era nazi?

Una biografía sobre una cantante de cabaret acusa al polaco Wladyslaw Szpilman de haber colaborado con la Gestapo

VARSOVIA. Actualizado: Guardar
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Wladyslaw Szpilman, el famoso músico polaco de origen judío interpretado por Adrien Brody en la película 'El pianista' de Roman Polanski, ha sido acusado por la periodista Agata Tusz, autora de una biografía sobre una cantante de cabaret, 'Wiera Gran. La imputada', de haber colaborado con la Gestapo. El subtítulo del libro dice: 'La cara oculta de la historia de Wladyslaw Szpilman'.

En 1945, Szpilman escribió un relato de su supervivencia en Varsovia que fue publicado en Polonia con el título 'Smierc Miasta' (Muerte de una ciudad), que no gustó a la censura del régimen comunista. Sus memorias durante la Segunda Guerra Mundial fueron reimpresas 50 años después, en 1998, en inglés y otras lenguas, y en España el libro llegó en 2000. En el conmovedor largometraje de Polanski, rodado en 2002, Adrian Brody, que consiguió un Oscar, interpreta de manera magistral la etapa en que Szpilman fue trasladado al gueto de Varsovia -donde fueron recluidos miles de judíos polacos- con toda su familia.

La biografía escrita por Agata Tusz arrasa con la figura de Szpilman. La cantante de cabaret Wiera Gran a la que se refiere la periodista polaca en su libro también estuvo recluida en el gueto y después fue acusada de colaboracionismo con los nazis. Afirmó, supuestamente, que Szpilman intentó que los alemanes la asesinaran, porque era un chivato de la Gestapo. Cabe destacar, sin embargo, que cuando el pianista Szpilman publicó sus memorias en 1945, ningún superviviente del Gueto de Varsovia criticó su versión.

Además, Wiera Gran murió hace tres años sin haber acusado públicamente a Szpilman de ningún crimen. El propio Szpilman murió en el año 2000.

Acusaciones «vergonzosas»

La polémica que ha generado la publicación del libro de Agata Tusz ha sido amplificada por los medios polacos, y algunos analistas ven en esta controversia tardía un mero «golpe mediático y publicitario» para vender muchos ejemplares. El ex ministro de Asuntos Exteriores polaco, Wladyslaw Bartoszewski, que fue víctima del nazismo, calificó las acusaciones contra Szpilman de «vergonzosas e infundadas». Por su parte, el hijo del propio pianista, Andrzej, exigió que el libro sea retirado de la venta para proteger la memoria de su padre. «Después de la guerra mi padre publicó su diario y ningún superviviente del Gueto criticó su versión de los hechos», recordó el hijo del pianista y compositor polaco al semanario alemán 'Der Spiegel'. Además, agregó que su padre fue una víctima del nazismo y no un colaborador: «No quiero que su nombre sea hundido en el fango y la humillación».

Veinte años después de haber recuperado la democracia, Polonia vive bastante atormentada por su pasado más reciente, y algunas personalidades de trayectoria oficialmente intachable han sido denunciadas por historiadores por su presunta colaboración con los aparatos represivos de la dictadura comunista, como en los casos del reportero y escritor de fama mundial Ryszard Kapuscinski y del antiguo líder del sindicato Solidaridad y ex presidente, Lech Walesa.