La galería del coliseo romano no podrá volver a ser transitada hasta que finalicen las obras en primavera. :: ÓSCAR CHAMORRO
Sociedad

Cádiz sigue las huellas de Balbo

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Si tuviera la oportunidad de viajar a través del túnel del tiempo, Balbo estaría ahora exultante. Feliz de comprobar que el proyecto que ideó para hacer grande a Gades sobrevivió a los milenios, a las continuas ocupaciones, a los usos solapados e, incluso, a la fiebre urbanística. Su teatro se mantuvo en pie, aunque enterrado, y después de tantos siglos de abandono y tres décadas de estudios, está cada vez más cerca de ponerse en valor. A pesar de los primigenios métodos, de las dificultades para trabajar de un trío que también pasará a la historia -Francisco Ghersi, Antonio Sáez y Francisco Giles-, el hallazgo, rutilante y capaz de situar a Cádiz en un podium de las ciudades con el teatro más grande de esta época de toda España, no fue casual.

Los treinta años de experiencia han dejado menos márgen aún a la espontaneidad. Los directores de la excavación Darío Bernal y Alicia Arévalo, junto a su equipo Hum 440, cuidan cada detalle de una labor que culminará en uno de los planes estrella de 2012: dar a conocer el yacimiento en toda su amplitud, a pesar de los impedimentos urbanísticos y llegar hasta la zona más baja de la 'cavea' y la 'orchestra'.

Después de abordarse el proyecto de consolidación de los edificios de viviendas, obra del arquitecto Emilio Yanes, los arqueólogos han iniciado unas nuevas excavaciones que ya han revelado algunos datos inéditos. Tras la inyección de cemento y la instalación de micropilotes, los especialistas de la UCA han actuado en la berma, un tacón de tierra que se extendía bajo las ventanas del Café Teatro Pay-Pay.

Es esta zona la que ha sacado a la luz los primeros descubrimientos, apenas unos días después de iniciarse los trabajos. Dos muros de cronología almohade (siglos XII-XIII), que pertenecieron a viviendas, y tres pozos de época Bajo Medieval que en principio sirvieron para recoger agua y luego como basurero. Asimismo, han aparecido restos cerámicos de vasijas islámicas, algunas de las cuales todavía muestran inscripciones religiosas en alusión a Alá.

La seguridad, asegurada

Este hallazgo no ha sorprendido a los arqueólogos, que ya sabían de esta fuerte ocupación islámica. Ahora, están a la espera de la llegada de algunas máquinas que faciliten la extracción de tierra para poder comenzar a horadar bajo los edificios de viviendas del Pópulo. El objetivo: llegar a las entrañas del teatro de Gades, donde estiman que podría haber restos bien conservados. Se calcula que en dos o tres semanas empezarán a hacerse los butrones, y al mismo tiempo se irán consolidando los terrenos a través de arcos y paraguas de inyección.

También está prevista una actuación arqueológica en uno de los 'vomitorium', pero aún se encuentra en fase de limpieza.

Los investigadores están a las puertas de dar respuesta a importantes incógnitas, algunas referentes al abandono del edificio, ya que se desconoce cuándo dejó de funcionar el coliseo. La oportunidad de arrojar luz sobre la historia de Cádiz es evidente y los arqueólogos se frotan las manos ante tan ambicioso proyecto.

El teatro que Balbo mandó construir con fines claramente propagandísticos y la mirada puesta en Roma, es el segundo más grande de España. Escasos cuatro metros le despojan de este primer puesto, que ostenta el coliseo de Córdoba, cuya cavea tiene un diámetro de 124 metros. Al pisar la tierra firme que separa de la orchestra, sepultada por varios metros de tierra, sólo alzar la vista permite al visitante apreciar las enormes dimensiones del monumento, cuyo graderío tendría originalmente una altura mayor, ya que los últimos peldaños tenían una estructura de madera que, lógicamente, no se ha conservado.

La felicidad de Lucio Cornelio Balbo, sin embargo, no será completa, ya que su magna obra no podrá ser exhumada en su totalidad. La superficie del coliseo se extendería hasta la plaza San Juan de Dios. El urbanismo contemporáneo impide que esta joya de Gades salga a la luz completamente. Y con ella, sus secretos. Pero al menos, en unos meses, volverá a subirse el telón de la que fue la mayor empresa de este ilustre romano.