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Nadie se llamará Zutano

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Especialistas, ellos, en buscar polémicas donde no las hay. La caraba, que decía el viejo chiste. No hay otra cosa de la que preocuparse, y se nos sacan de la manga el (presunto) problema de los apellidos. Ya tiene el Carnaval 2011 tema para sacarle punta a fondo.

Que sí, vale. Que está muy antiguo y es lo mismo anticonstitucional que las criaturas que vienen al mundo se apelliden primero con el nomenclátor del papá y después el de la mamá (¿cómo se deciden los apellidos de las familias donde hay dos papás o dos mamás, por cierto?), y que tampoco tiene mucha miga si se invierte ese orden, pero tal como se presenta estos días la supuesta polémica, parece que se está poniendo el parche antes de que salga el grano, incitando a la rebelión familiar por un quítame allá este apellido para poner primero el mío. y resolviéndolo con un sistema, el alfabético, que no solo sigue siendo injusto y tonto, sino que además vaciará nuestros listines telefónicos y nuestros censos de un montón de nombres, los que van en el furgón de cola según el abecedario, que ese sí que es machista e inamovible, aunque ahora le hayan dado un repaso a la 'q' (letra que nunca va sola, la pobre) y la 'y' (que acaba de cambiar de nombre por la misma cara).

Y total, para nada. Porque luego uno se puede cambiar el nombre en cuanto se asoma a un programa de televisión (la de Irons, Yurenas y Blacks que hay ahora, oigan) o lo persigue la pasma. Deben de estar locos de contento en el país vasco, donde a partir de ahora los Zumalacárregi Zulueta no sólo no tendrán problema de persistencia apellidil, sino que lo mismo reavivan aquella tesis que no se llevó el premio nobel por los pelos, lo del rh y el genoma vasco. Gu ta gutarrak. O sea, nosotros y los nuestros, por si no hablan ustedes euskera en la intimidad.

Cuánto más sencillo es resolver esos problemas que no son por el mero azar de una moneda, si es que se plantean, en cualquier caso, y dedicarse a las cosas que nos preocupan y nos asustan del futuro. Siguen teniendo los ZP boys (and girls) un problema de comunicación. Dijo Kennedy aquello de «si no eres parte de la solución, eres parte del problema». Aquí hemos descubierto hace tiempo que la mejor manera de no resolver los problemas es inventarse otros problemas nuevos. Y a seguir despistando.