Alonso, contra Helmut Marko
El caudillo en la sombra de Red Bull tiene buena parte de las claves en la resolución del presente Mundial
SAO PAULO. Actualizado: GuardarTerminó el Gran Premio de Brasil y las calculadoras echaban humo. Cuatro pilotos (incluyendo el milagro de Hamilton) pueden ganar todavía el título en el lujoso desierto de Abu Dhabi. Tiempo para las matemáticas. A Fernando Alonso le vale con ser segundo. Y, en todo, caso, tercero o cuarto si no gana Webber. Éste necesita vencer. Si no, lo tiene muy crudo. Para Vettel es obligatorio ganar. De otra forma, es casi imposible que sea campeón. Y lo de Hamilton es casi ciencia ficción. En todo caso, Alonso se enfrenta a un enemigo oculto, el ex piloto austriaco Helmut Marko, caudillo en la sombra de Red Bull, el tipo que puede accionar los botones del mando a distancia si su equipo domina en el fastuoso circuito del emirato árabe.
Cerrado el telón en Sao Paulo, la correa de transmisión ha distribuido en España una idea común. ¿Qué hará Red Bull si, como parece, sigue al mando en Abu Dhabi? ¿Cómo gestionará su supremacía con Webber y Vettel? Cuentas de la lechera, porque Alonso jugará su bazas, e incluso Hamilton puede tener algo que decir por lo que respecta al triunfo en la etapa.
Lo único claro es que Red Bull ha puesto todos los medios de su parte para que Sebastián Vettel llegue a la última cita del calendario con posibilidades. Y su opción reside en ganar y que Alonso sea quinto o peor. Parece demasiado a estas alturas de la película, salvo accidente o debacle del español.
Surge la pregunta inevitable. Si Red Bull empaqueta otro doblete como en Brasil, ¿ordenarán la victoria de Webber? Es evidente que así tendría que suceder, pero la línea editorial de Red Bull corre por cuenta de un personaje que apenas sale a la luz, un consejero de alto standing, Helmut Marko.
Nacido en Graz hace 67 años, asesora en Fórmula 1 al propietario de la multinacional de las bebidas energéticas, Dietrich Mateschitz. Marko lleva toda la vida en el automovilismo y compitió en diez carreras de Fórmula 1 durante los años 1971 y 1972. No fue una estrella y en su palmarés no luce ningún punto. Sí se recuerda su desgraciado accidente en el Gran Premio de Francia de 1972. Una piedra saltó del Lotus de Emerson Fittipaldi e impactó en su casco en un incidente parecido al de Massa en Hungría. Le golpeó en un ojo y Marko perdió la visión. En el Mundial en curso, es el principal artífice del trato de favor a Vettel. El germano lleva toda la vida en el programa de jóvenes pilotos que Marko instauró. Lo han criado, lo han amamantado y lo han subido a un coche campeón. Y prefieren que no gane Webber. Sucede que tienen los errores de Vettel en el pasado y las matemáticas en su contra.
Nadie reprendió al cachorro alemán cuando dejó sin doblete a Red Bull en Turquía por intentar adelantar a Webber. Allí se vio que la casa energética no era una balsa de aceite, ni mucho menos.
El circuito de Yas Marina en Abu Dhabi presenta 21 curvas, la mayoría lentas, de segunda o tercera velocidad, y un par de rectas largas. Trazado claramente favorable a Red Bull antes que a Ferrari. O como dice Alonso en su frase favorita de final de temporada. «Los Red Bull son favoritos siempre este año».
Si la teoría es cierta, tan importante será el rendimiento del español y su F10 como el mando de la play-station de Helmut Marko.