Zapatero: El Estado es «aconfesional»

El portavoz vaticano, Federico Lombardi, tuvo que comentar ayer la comparación del Papa del sábado, que equiparó el «laicismo agresivo» actual con el anticlericalismo previo a la Guerra Civil. Como se esperaba, quitó hierro al asunto: «En las intenciones del Papa hay que excluir la polémica, solo recordó momentos de la historia, no hay que buscar la confrontación». Según explicó, se trató de un comentario «no de un análisis histórico», cuyo objetivo era defender un «encuentro entre la dimensión cristiana y el laicismo».

Estas palabras precedían el encuentro con José Luis Rodríguez Zapatero en El Prat. Fue una breve charla de cinco minutos, que según el Vaticano se desarrolló con «cordialidad». Moncloa también habló de una cita «distendida y amable», pero marcó el terreno: informó que el presidente ilustró al Papa que la Constitución define un Estado aconfesional «que reconoce el peso de la Iglesia católica pero garantiza la libertad de todos». Fue el tercer encuentro entre ambos, una relación siempre tirante. El primero en 2006 en la visita papal a Valencia, y el segundo, en junio en el Vaticano, con Zapatero como presidente de turno de la UE.

En cuanto a la polémica por las palabras del Pontífice, el secretario de Libertades Públicas del PSOE, Álvaro Cuesta, ya se había encargado de calificarlas de «apresuradas» y «desacertadas» pues pueden «inducir al error». Aunque, según su análisis, el mensaje iba dirigido «fundamentalmente» a los obispos españoles, para que trabajen por «un encuentro de fe y laicismo». Cuesta no dejó de subrayar que el Gobierno socialista es «el que mejor ha tratado a la Iglesia católica», que recibe cada año 6.800 millones de euros.

Por su parte, el vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, consideró que la frase del Papa «no ha sido bien entendida» y criticó la ausencia de ayer de Zapatero. «Cruzó el Atlántico para rezar en el desayuno de Obama, pero ha sido incapaz de hacerlo en Santiago o Barcelona».