ESPAÑA

Zapatero atraviesa sus horas más bajas

El último sondeo del CIS señala que el PP saca 7,9 puntos al PSOE en intención de voto

MA DRID. Actualizado: Guardar
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José Luis Rodríguez Zapatero no tuvo un buen viernes. El último estudio del CIS arrojó las peores cifras que podía imaginar. El PP aventajó al PSOE casi en ocho puntos en intención de voto, su valoración fue la más baja de la legislatura y, quizá lo más preocupante, el electorado del PSOE se encuentra en desbandada. Por el contrario, los datos para Mariano Rajoy son los mejores, con un solo pero: su imagen no acaba de despegar y la marca PP despierta más entusiasmo que la suya.

Si las elecciones generales se hubieran celebrado entre el 4 y el 14 de octubre, los populares habrían cosechado el 42,2% de los votos por el 34,3% de los socialistas. Una diferencia de 7,9 puntos. Con estos números la conclusión es clara: el PSOE se hunde y pierde casi diez puntos respecto a las elecciones de 2008, cuando logró el 43,8% de los votos, pero el PP no se dispara, solo muestra una ligera tendencia al alza con 2,3 puntos de ganancia en relación a las últimas generales, en las que logró el 39,9%.

Los socialistas se encuentran por tanto ante las peores expectativas electorales de la legislatura; nunca han tenido una intención de voto tan baja ni los populares tan alta. Con todo, los resultados del 'barómetro del CIS' son mejores para el partido gubernamental de lo que arrojan las encuestas privadas, que otorgan al PP ventajas de hasta 14 puntos sobre el PSOE.

El liderazgo de José Luis Rodríguez Zapatero tampoco tiene mejor horizonte. Por primera vez en todo su mandato de seis años largos, iguala al líder opositor en una pésima valoración ciudadana.

El presidente del Gobierno recibe una nota de 3,46 y Mariano Rajoy alcanza el 3,42. El político mejor valorado es el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, con un 3,97, seguido de la líder de UPyD, Rosa Díez, con un 3,89. Un dato preocupante para todos es que ningún político aprueba en la puntuación ciudadana, y no es la primera vez que sucede.La desconfianza de la población hacia el jefe del Ejecutivo y el líder de la oposición asciende además a cotas nunca alcanzadas.

Claro que tampoco salen mejor parados los miembros del Gobierno. Los integrantes del Ejecutivo antes de la remodelación del 20 de octubre suspenden todos, el mejor valorado es Alfredo Pérez Rubalcaba con 4,6, seguido por Carme Chacón con 4,3 y Trinidad Jiménez con 4,1. Los que peor nota obtienen son la ya ex titulares de Vivienda, Beatriz Corredor con 3,01 y de Trabajo con 3,05.

Confianza

El 81,4% de los consultados por el CIS dice tener poca o ninguna confianza en Zapatero, y el 81,5% dice lo mismo de Rajoy. Pero el presidente del Gobierno tiene más motivos de preocupación en este terreno que el jefe del PP porque en su supuesto caladero de votos son muchos quienes le dan la espalda. Más de la mitad de aquellos encuestados que se definen de centroizquierda (64,8%) y algo más 7 de cada 10 de los que se dicen de izquierda sin más (73,5%) desconfían de él, mientras que los que se fían llegan sólo al 34,7% en el segmento de centroizquierda y al 23,8% en el de la izquierda. Es decir son muchos más en el electorado socialista los que recelan de Zapatero que los que confían.

Al revés de Rajoy, que despierta desconfianza entre la mitad de los que se consideran de centro derecha y entre tres de cada diez de quienes se sitúan en la derecha, pero, en cambio, cuenta con la adhesión del 49,1% de los ciudadanos de centroderecha y el 66,7% de los de derecha.

Estos estados de ánimo tienen su traducción electoral para preocupación del PSOE y satisfacción del PP. La desafección, de acuerdo al estudio demoscópico, cunde entre los socialistas, pero la fidelidad es rocosa entre los populares.

El 89,5% de los que se creen conservadores votará al PP y hará lo mismo el 75,8% de los que se etiquetan de centroderecha. Entre la izquierda, ni siquiera dos de cada diez dice que apoyará a los socialistas en las generales, un respaldo que sube a cuatro de cada diez entre los que se ubican en el centroizquierda. El centro es asimismo conservador, y el 30,5% de los que se encuadran en este espacio ideológico equidistante afirma que votará al PP por un 11,3% que expresa que lo hará por el PSOE.

La abstención penaliza, como es tradición, a los socialistas. El 29,2% de los que no saben a qué partido votar o, directamente, no van a ir a las urnas dice ser de izquierda, el 29,6% se define de centroizquierda, el 7%, de derecha, y el 11,9%, de centroderecha.

Entre los votantes confesos tampoco mejora el panorama para el PSOE. Ni la mitad, el 47,6%, de los que respaldaron a los socialistas hace dos años volvería a hacerlo ahora. La fuga de votos a otras fuerzas políticas beneficia al PP porque el 7,8% de los ex votantes del PSOE respaldarían ahora a los populares en una cita electoral, el 4,1% iría a IU y 3% a UPyD. Aunque la mayor deserción del voto socialista apunta hacia la abstención: el 18% de ese electorado no sabe si irá a votar y el 10,3% dice que tiene decidido no hacerlo.

El PP no tiene ese problema y la fidelidad de los suyos está fuera de dudas. El 78,2% de los que votó al partido de Rajoy en 2008 lo volvería a hacer ahora. La fuga de apoyos es casi insignificante y sólo UPyD se beneficiaría algo ya que recogería el 3,4% de los votos que fueron hace dos años a las listas populares.