El escritor gaditano Antonio Serrano Cueto. :: L. V.
Sociedad

«Quiero que el lector, al acabar cada relato, sienta que algo se le escapa»

El autor gaditano publica 'Fuera pijamas', un conjunto de ochenta microrrelatos llenos de sorpresas e historias inquietantes Antonio Serrano Cueto Escritor

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Antonio comparte su pasión por las letras con su hermano José Manuel, ese cineasta y experto en cine de terror que cuenta en su armario con un álter ego zombi. Y es que ambos pertenecen a una familia de artistas. Música, literatura, cine, los Serrano Cueto no le hacen asco a nada. Ahora, Antonio, el filólogo del clan, publica un libro de 80 microrrelatos inquietantes y sorprendentes bajo el título 'Fuera pijamas'. Editado por el Ayuntamiento de Montcada (Barcelona) y la editorial DeBarris, lo presenta esta tarde a las ocho en Las Libreras, donde también estará en las librerías su último poemario, 'No quieras ver el páramo'.

-¿Por qué quiere quitarse el pijama?

-La verdad es que el título me gusta, es el de uno de los microrrelatos que contiene el libro, es muy tierno. Se me ocurrió como símbolo de lo que quería hacer, desnudar la realidad cotidiana.

-¿Eso es lo que hace con estas historias?

-Sí, pretendo dar una vuelta de tuerca a las escenas cotidianas. Por ejemplo, estás tomando una cerveza tranquilamente en una terraza y de repente observar a un señor a tu lado con una cara un poco rara... Lo que hago es buscar siempre un punto inquietante y fantástico. Luego, siempre hay una segunda lectura a través de las claves que ofrece cada relato. Quiero que el lector al terminar se quede con ganas de volver a leerlo, que le de la sensación de que algo se le escapa. Deben ser relatos muy atractivos.

-¿Cuál es la extensión de los textos?

-Depende, aunque es raro que superen una página. Hay tres o cuatro que sí, pero también los hay de 5 o 6 líneas. Yo no creo, como otros, que un microrrelato puede escribirse en una línea. No hay que confundirlo con ideas, imágenes o sentencias.

-¿Qué referentes ha tenido a la hora de explorar este género?

-He leído a Ángel Olgoso, José María Merino, Luis Mateo Díez y luego también otros autores argentinos como Ana María Shua. Por otro lado, como filólogo clásico que soy me he interesado en la parte teórica, así que he leído a Fernando Valls y su teoría del microrrelato.

-¿Qué relato le gusta más?

-Me encanta el del energúmeno en el alféizar de la ventana. También intenté hacer una alegoría de la inmigración con 'Ínfulas de pájaro', sobre un inmigrante en la plaza de Santa Ana de Madrid que, tras llegar cargado de sueños, termina por darse de bruces con la realidad.

Un parto inacabado

-¿Cómo se le ocurren estas historias insólitas?

-A veces, cuando estoy de paseo, me acuerdo de algo. Por ejemplo, un día recordé una obra de teatro que me inspiró la primera frase de un relato. La primera frase ha de ser muy impactante y atractiva para que enganche al lector como la de 'En el alféizar de mi ventana duerme un energúmeno...'.

-Hay otro texto en el que evoca la famosa pintura de Botticelli, 'El nacimiento de Venus'.

-Sí, quise darle una vuelta y me imaginé el momento justo anterior a la obra, imaginé un parto que no termina por acontecer.