Novata en el Consejo de Estado
La ex vicepresidenta estrena su «indepencia de juicio» en el discurso de ingreso al órgano consultivo del Gobierno De la Vega llama a proteger al país de las «conmociones sísmicas»
MADRID. Actualizado: Guardar«El Estado es un invento delicado al que no le convienen ni conmociones sísmicas ni las temperaturas ardientes». Con esta cita del ex presidente del Tribunal Constitucional asesinado por ETA, Francisco Tomás y Valiente, se estrenó hoy María Teresa Fernández de la Vega en su nuevo cargo como presidenta de la sala séptima del Consejo de Estado. La ex vicepresidenta del Gobierno que impulsó iniciativas tan polémicas como la reforma del Estatuto de Cataluña o el matrimonio homosexual tomó así posesión de sus funciones con una defensa encendida de la estabilidad institucional.
El mensaje, justo en el momento en el que Mariano Rajoy ha vuelto a poner sobre la mesa su vieja propuesta de remodelar el Estado de las Autonomías para hacerlo económicamente sostenible, sonó a una petición para que no se vuelvan a agitar las aguas institucionales. Pero fuentes cercanas a De la Vega aseguran que no era esa su intención, que esta vez no hablaba de algo coyuntural ni de la política del día a día, porque ése ha dejado de ser su cometido, y que sólo trataba de explicar cuál es a su juicio la función que debe desempeñar el principal órgano consultivo del Gobierno. Un órgano cuya existencia, dijo, emana de esa concepción del Estado como algo frágil que debe ser preservado de vaivenes.
El látigo hacia la oposición ha dejado de pertenecerle. Está ya en manos de su sucesor, Alfredo Pérez Rubalcaba, encargado de presidir el acto de toma de posesión. Lo mollar de sus palabras está precisamente en que a la ex 'vice' le está permitido ahora tomar distancia y actuar, como ella misma dijo, con una «independencia de juicio» que «nada tiene que ver con la indiferencia sino más bien su contrario». Porque ésa es justamente la tarea de los poco conocidos miembros del Consejo que hoy preside el ex vicepresidente del Tribunal Constitucional, Francisco Rubio Llorente: ofrecer opinión y proponer soluciones, fundamentadas en un estudio profundo, sobre aquello que le consulte el Gobierno.
Un hito
Teresa Fernández de la Vega será desde hoy encargada de las consultas relativas a Educación, Cultura, Sanidad, Política Social e Igualdad, que son las que ocupan la sección séptima. Rubio Llorente destacó en su presentación, precisamente, la labor que ha desempeñado en este terreno la recién nombrada consejera mientras fue la primera mujer, no reina, que ha presidido un Consejo de Ministros. Ahora será la primera mujer que asciende a miembro permanente del Consejo de Estado. «Un hito», según el presidente de la institución, que alabó su «casi ilimitada capacidad de trabajo» y su «tremenda energía», que la felicitó por haber «contribuido como pocos a vencer la inercia de una tradición secular que cerraba el acceso de las mujeres a la vida pública».
De momento, también ha contribuido a dar a conocer más el nombre del órgano en el que ingresa. En la ceremonia que este jueves había muchos políticos que confesaban pisar por primera vez el antiguo edificio de la madrileña calle Mayor. Una sede poco acostumbrada a tanto trasiego y tantas cámaras.
Entre los presentes se encontraban cinco ministros: el de Presidencia, Ramón Jáuregui; el de Justicia, Francisco Caamaño; el de Trabajo, Valeriano Gómez; el de Fomento, José Blanco y la de Cultura, Ángeles González-Sinde. Además, la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, el del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar y el del Congreso, José Bono. Y entre los muchos invitados, la secretaria de Estado de Igualdad, Bibiana Aído, la de Cooperación, Soraya Rodríguez o la de Función Pública, Consuelo Rumí.