El BCE critica por insuficientes las reformas europeas para reforzar la disciplina fiscal
El Consejo de Gobierno del organismo emisor acuerda mantener los tipos de interés, que permanecen en el 1% desde hace 19 meses
BERLÍN. Actualizado: GuardarEl Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo ofreció ayer un valiente ejemplo de independencia del poder político al aprobar una severa crítica a las reformas adoptadas la semana pasada por el Consejo Europeo en Bruselas destinadas a reforzar la disciplina fiscal de los países miembros de la UE. Según el presidente del BCE, Jean Claude Trichet, las medidas aprobadas son insuficientes, especialmente en lo que se refiere a las sanciones automáticas.
Las grandes líneas de las reformas sobre las que se llegó a un acuerdo en Bruselas representan un reforzamiento del cuadro existente pero no han ido, según Trichet, «lo suficientemente lejos» en los avances necesarios. Según el texto leído por Trichet durante la rueda de prensa mensual, el Consejo de Gobierno destaca que un mayor automatismo en las reglas fiscales ayudaría a hacer más fuerte a la zona euro.
«En particular, al Consejo de Gobierno (del BCE) le preocupa que el automatismo en la aplicación de la vigilancia fiscal no sea suficiente, que no existe una especificación de la norma para reducir el ratio de deuda pública y que las sanciones económicas no han sido explícitamente retenidas en el procedimiento de vigilancia macroeconómica», señala la declaración del organismo emisor.
Otro aspecto que amenazaba con envenenar la reunión mensual del Consejo de Gobierno era el que tenía relación con las medidas extraordinarias aprobadas por el Banco en mayo pasado y que fueron criticadas por el presidente del Bundesbank, Axel Weber. Trichet fue breve y contundente para referirse a este capítulo. «Las medidas son coherentes con nuestro mandato y son de carácter temporal», dijo, y anunció que en diciembre el Banco dará a conocer más detalles sobre lo hará al respecto en los próximos meses.
Política acomodaticia
Trichet no defraudó ayer a las expectativas de los mercados financieros y el Consejo de Gobierno mantuvo inalterables sus principales tipos de interés, situados en el 1 % desde hace 19 meses. «La actual política monetaria sigue siendo acomodaticia», dijo el banquero y califico el nivel de los tipos como «apropiados».
Pero Trichet señalo durante la rueda de prensa que los riesgos para la evolución de los precios, estaba inclinándose ligeramente al alza, sobre todo a causa de la evolución de los precios de la energía y de las materias primas. Con respecto a la recuperación de la actividad económica en la zona euro, el banquero admitió que la institución esperaba que la recuperación podría verse frenada por el proceso de ajuste en varios sectores y que las perspectivas estaban marcadas por el signo de la incertidumbre.
Como era de esperar, Trichet se negó a hacer comentarios sobre la guerra de divisas, tras la decisión de la Reserva Federal de aumentar sus compras de activo, pero destacó que estaba convencido de que el presidente de la Reserva Federal, el Secretario del Tesoro e, incluso, el presidente de los Estados Unidos, no querían tener un dólar débil. «Estados Unidos está interesado en tener un dólar fuerte», sentenció el presidente del BCE.
El anuncio de la Reserva Federal de que inyectará 600.000 millones de dólares adicionales en la economía estadounidense a través de compras de bonos del Tesoro afectará al valor del billete verde. Para Europa, tiene un carácter particular en un contexto mundial tenso por el temor a una «guerra de divisas» entre las principales economías para favorecer sus exportaciones y crecimiento.