Sociedad

LA SOMBRA DEL GENERAL

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A través de cinco personajes y distintas etapas de la Sevilla convulsa del segundo tercio del siglo pasado, se sitúa este repaso histórico-teatral, en el que, el general Don Gonzalo Queipo de Llano es el vértice. A su lado su hija Maruja, su yerno y ayudante Juliano Quevedo, el Generalísimo Franco y el cardenal Segura. Estamentos claves de la sociedad de aquella época como la familia, la iglesia y por supuesto, el cuerpo militar, se entrecruzan y debaten, para presentarnos un retablo de historias personales envueltas en un contexto social que no les dejar vivir con libertad, ni cumplir sus ambiciones.

La pluma y creación teatral de Álvarez-Ossorio se adentra en un mundo poco explorado escénicamente y se centra en la micro-historia del franquismo para engrandecer la figura de uno de sus protagonistas: el general Queipo. Aunque el planteamiento es interesante por sí mismo, no llega a levantar el vuelo pese a estar impulsado por referencias teatrales importantes como el Ricardo III de Shakespeare. Es loable y plausible el experimento en muchos aspectos, pero es lamentable que sus recaídas le vengan dadas desde la misma estructura dramática, pues en gran medida, lo narrativo del texto, termina sobrepasando al espectáculo. Precisamente este exceso de literatura no dramática ahoga las interpretaciones de un reparto que sólo en contadas excepciones se salva del discurso. Afortunadamente hay en el montaje un par de escenas en las que además de diálogo, se debaten verdaderos intereses, anhelos, miedos e injusticias. Posiblemente una relectura del material podría evitar estas vicisitudes literarias que adormecen lo teatral. Pese a contar con un reparto con posibilidades histriónicas y expresivas como la presencia de Antonio Dechent, o el siempre magnífico Oriol Boixader, la obra deja una sensación extraña de haber podido llegar a más, con menos.

Aunque los aditamentos en torno al montaje obran bien y a favor como la música, el vídeo, los cuerpos de la escenografía y el vestuario, tampoco logran salvar la propuesta. Tal parece que la inspiración literaria de su autor al querer crear un héroe dramático le hubiese encandilado hasta tal punto, que la sombra de su general haga sombra al resultado.