Opinion

Homenaje a un viejo luchador

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Con estas líneas quiero expresar las vivencias que personalmente tuve con el que fuera compañero y amigo y al que yo denominaba viejo luchador, Marcelino Camacho.

Entre los años 80 y 90 no sólo tenían escoltas los/as compañeros/as del Gobierno. El entonces Ministerio de Interior designaba dicha escolta a todos los destacados líderes de los partidos de la oposición y también de las organizaciones sindicales porque éstos también eran objetivo de atentados, bien por ETA o por los grupos antidemocráticos de la extrema derecha existente por aquellas fechas.

No conozco que actitud adoptaban otros. Con respecto a Marcelino Camacho os puedo garantizar que siempre se negó a tener dicha escolta.

Decía que él no era tan importante como para que el Gobierno hiciera uso de un dinero que era de todos los españoles/as para su uso personal.

Voy a revelar una anécdota personal que nunca he contado. Las dos últimas ocasiones que acudió a nuestra ciudad, como no quería escolta, no pernoctó en hoteles. Su deseo fue descansar en la casa del secretario general del sindicato y así lo hizo en ambas ocasiones.

Antes de que lo lleváramos al aeropuerto, se despidió de todos los vecinos del bloque.

Marcelino fue un hombre austero, honrado, incorruptible, sencillo, nada materialista, solidario, un trabajador incansable, un buen marido, mejor padre, un excelente secretario general de CC OO. Marcelino fue un sindicalista de los pies a la cabeza.

Personalmente creo que nunca habrá otro como él.

Los que lo hemos conocido por suerte como yo, jamás olvidaremos lo que hizo por CC OO y por la clase obrera en general. El exilio y los 14 años de cárcel, no pudieron con él. Una cruel enfermedad que aun no tiene curación, el alzéhimer, acabó con su vida, pero afortunadamente su obra perdurará en el tiempo.

Sirva esta opinión como homenaje a su figura, no solo mía personal, sino del conjunto de sus compañeros/as de Jerez.

Personalmente creo que el mejor reconocimiento que te podemos hacer Marcelino, es manteniendo esta organización al nivel que tu la dejaste porque mejorarla es una tarea casi imposible, pero no te quepa duda que lo intentaremos con todas nuestras fuerzas.

Muchas gracias, Marcelino.