El Papa y la decisión de Zapatero
El embajador en la Santa Sede anuncia que el Gobierno no abordará la eutanasia, ni la ley de libertad religiosa en lo que queda de legislatura
Actualizado: GuardarBenedicto XVI tiene 32 horas, entre el próximo sábado y el domingo, para cumplir con sus compromisos religiosos, pero también políticos, en una visita que servirá de termómetro para medir la salud de las relaciones entre el Vaticano y en Gobierno.
Las dos partes subrayaron ayer la buena sintonía entre ambos, por boca del portavoz papal, Federico Lombardi, y del embajador español en la Santa Sede, Francisco Vázquez. Así, Lombardi quitó hierro al hecho de que Zapatero no asista a ninguna de los dos misas que celebrará el Sumo Pontífice, en la plaza del Obradoiro y en la Sagrada Familia de Barcelona. Para el Papa no será un «feo» que ambos mandatarios se reúnan en una sala del aeropuerto de la capital catalana, una declaración de buenas intenciones que casa con las del propio Ejecutivo español, que según Vázquez «no abordará la eutanasia ni la nueva ley de libertad religiosa» en lo que queda de legislatura.
Es la segunda visita de Benedicto XVI a España, después de la de julio de 2006 en Valencia para celebrar la Jornada Mundial de la Juventud. Atrás quedan unas relaciones espinosas por las iniciativas del Gobierno sobre la reforma de la ley del aborto, la aprobación del divorcio rápido y de los matrimonios entre homosexuales, la asignatura de Educación para la Ciudadanía y las medidas relativas a la experimentación con células madre. El Vaticano temía además que estas disposiciones resonaran como un eco en Latinoamérica.
Si bien el tono es cordial y las relaciones fluidas, según las declaraciones dos partes, el Papa no obviará en España su defensa de la familia cristiana y su rechazo al aborto, aspectos centrales de su labor pastoral. Para expresarlos, Benedicto XVI ha elegido una visita a un centro en Barcelona para discapacitados. De acuerdo al director de la Oficina de Información de la Conferencia Episcopal, Isidro Catela, la presencia de Benedicto XVI en las instalaciones del centro, Nen Déu (Niño Dios), pondrá de manifiesto «la dignidad de toda la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural».
En la agenda del Papa en sus 32 horas españolas no hay un hueco libre. Se reunirá con los Reyes, con los Príncipes y con el jefe de la oposición, Mariano Rajoy, al que saludará en la sacristía instalada en la plaza del Obradoiro, después de misa. Benedicto XVI aprovechará su estancia en Santiago para resaltar su condición de «peregrino que recorre el mundo con esperanza y sencillez», y para afirmar las raíces cristianas de Europa.